Viernes 12 de Enero 2024
LA CASA DE PAPEL

¿Vale la pena ver "La Casa de Papel"?

La serie estrella de Netflix estrenó su quinta temporada. En esta nota veremos todo lo bueno y todo lo malo que tiene.

Escrito en ENTRETENIMIENTO el

El principal problema o la principal virtud - dependiendo del prisma con la que se lo mire - que tiene la quinta temporada de La Casa de Papel es su continuidad con respecto a la anterior. Atrás quedó el clásico juego del gato y el ratón, tan característico de la franquicia, para ser reemplazado por una acción desenfrenada y total, capaz de desafiar toda lógica y ley física, en pos del espectáculo. Es resultón, sí, porque es palomitero, nadie puede tener dudas de eso, pero también puede llegar a resultar decepcionante para los seguidores y seguidoras más acérrimos. Después de todo, traicionar el sello de identidad de un producto no siempre termina de la mejor manera posible.

La acción tomó por completo la historia (Fuente: IMDB)

Si este cambio tan significativo en la narrativa de la serie tiene lugar, no es porque no hayan intentado impedirlo. Al contario, los guionistas hicieron un esfuerzo sobrehumano, y se nota, para meter algo de la antigua dinámica en estos cinco capítulos, pero no lo lograron. La perdida del anonimato, la guerra declarada y la situación en la que se encuentra la banda - de la que no detallaremos nada para evitar spoilers - hacen que los planes que se elaboran para resolver las diferentes situaciones, que son contados con los dedos de la mano, den la sensación de basarse en el azar o en la casualidad.

No existe más ese detallismo al milímetro, esa partida de ajedrez jugada con maestría, donde gana el que más cerebro tiene, para eso se reservan los flashbacks. Ahora solo se ofrecen improvisaciones, en muchos casos desesperadas, que dependen de que la moneda caiga del lado indicado, más que de un estudio minucioso de la situación. Es lógico, por la construcción de los personajes y porque en los atracos, por más limpios que pretendan ser, se vive un clima de violencia, nerviosismo y desesperación; pero, aún así, no deja de ser terriblemente decepcionante.

Atrás quedaron los grandes planes(Fuente: IMDB)

Lo que sí se mantiene y podríamos destacar como lo mejor que tiene la temporada y la serie en sí misma, es su capacidad de enganche, de generar la necesidad de ver un capítulo tras otro. Su manera de contar la historia, que se asemeja más a una película muy larga que a un producto televisivo, y el cierre que le dan a cada episodio, hacen que sea imposible parar de verla. De hecho, dispuestos a contar intimidades, es menester confesar que la hemos visto del tirón, de una sentada, sin más que alguna pausa lógica para hidratarnos. Las casi cinco horas que dura la temporada se nos han pasado volando, casi sin que nos diéramos cuenta y eso es algo que no muchos logran, que incluso muchas de las series más elogiadas y destacadas de la historia quisieran poder conseguir.

Altos y bajos de la nueva entrega de la serie. Fuente: Twitter

En definitiva. Si os moló la temporada anterior, adelante con esta nueva, a tope con ella, os la vais a pasar pipa, porque es una evolución de su antecesora. Si por el contrario, se os hizo bola, todo dependerá de qué tanto cariño les tengáis a los personajes. Es decir, si valoráis mucho todo lo que construyeron hasta aquí y estáis dispuestos y dispuestas a pasar por alto muchos detalles que lastran la experiencia  con tal de saber qué será de la banda, entonces valdrá la pena verla, porque os podemos asegurar que el entretenimiento está asegurado. Si no estáis dispuestos a pasar por ese aro, entonces os recomendamos que la dejéis pasar y guardéis el recuerdo de lo que alguna vez supo ser La Casa de Papel