Hablar de Lindsay Lohan (35) es hablar de una persona que parecía que lo tenía todo durante la primera mitad de la década del 2000 pero que, como muchas estrellas infantiles, cayó víctima del abuso de sustancias y el trato deshumanizador de la prensa y los medios. Actualmente, Lohan sigue buscando ese proyecto que sirva como vehículo para su regreso triunfal.
Esto es una lástima, puesto que la actriz demostró desde temprana edad sus dotes actorales. En Tú a Londres y yo a California (1998) –película que la convirtió en una estrella-, una pequeña Lindsay de tan solo 11 años interpretaba dos hermanas gemelas completamente distintas y lo hizo sin problema y de forma totalmente orgánica.
En el ya clásico Chicas Malas (2004), Lohan dejaba en claro que su habilidad para la comedia era nata, cargando cada escena como si nada, y entregando sus líneas con un timing perfecto. Que el papel de Cady Heron sea el más aclamado de la actriz no es ninguna sorpresa.
Sin embargo, a medida que sus adicciones se hacían cada vez más fuertes, la estrella comenzó a perder papeles y aceptar ofertas laborales que no eran las más recomendables. Muchos no lo saben, pero Lindsay posee en su filmografía otra película donde interpretó gemelas, aunque, desgraciadamente, forma parte de la lista de malas cintas de la actriz.
I know who killed me -Sé quién me mató en español- es un film de 2007 que gira alrededor de Audrey Fleming –interpretada por Lohan-, una adolescente que es raptada por un asesino serial que mutila a sus víctimas antes de asesinarlas. Todo el mundo busca a Audrey sin éxito y, cuando están por perder las esperanzas, una conductora descubre a una joven tirada al costado de la carretera y severamente lastimada. Es Audrey. No obstante, cuando la muchacha despierta insiste con que no es quien dicen que es, sino una stripper llamada Dakota Moss.
A simple vista, la premisa de la cinta suena bastante interesante ¿El problema? La ejecución. Lo que en un principio podría ser un atrapante thriller con un importante elemento de misterio se termina convirtiendo en una comedia no intencional a causa de un delirante guión y una edición muy poco sutil y absurda.
¡Spoiler alert! –aunque realmente no vale la pena-: resulta que Audrey es adoptaba y posee una hermana gemela de la cual no sabía nada. Y lo que es peor, ambas poseen una especie de conexión donde si una es herida, a la otra se le manifiesta, como por arte de magia, la misma herida. Una locura.
El director intenta reflejar esta dualidad con los colores azul y rojo, pero no sabe cuando limitarse y termina siendo tan sutil como un ladrillazo. Asimismo, los diálogos son irrisorios, sumándole un gramo más de ridiculez a todo el proyecto. Para rematar, las actuaciones dejan mucho que desear, especialmente la de Lohan, que por esa época estaba batallando con sus adicciones.
I know who killed me es un desastre y, al momento de su estreno, tanto la crítica como el público estuvieron de acuerdo. Al día de hoy es considerada una de las peores películas de la historia. A pesar de ello, de a poco, la cinta ha ganado un pequeño grupo de fans que la disfrutan justamente por sus fallas. Tal vez eso es una señal de que Lindsay Lohan todavía puede lograr su regreso triunfal. Esperemos que así sea.