José Antonio Canales Rivera era una figura interesante para tener dentro de un reality de Mediaset actualmente. Sin embargo, su participación dentro de la casa no ha repercutido demasiado, incluso fue votado como la “planta” oficial del concurso. Pero esta última semana, justo cuando se dio cuenta que había una posibilidad de que abandonara el programa, sus palabras empezaron a tener más peso. Particularmente el secreto que reveló y puso a su familia de cabeza.
“Cambié el testamento de mi abuelo sin su aprobación”, dijo el torero cuando estaba haciendo la línea de su vida. Antonio Rivera Alvarado murió en 2009 y según contó Canales Rivera, tenía pensado dejarle toda su herencia (con partes de dinero de Paquirri) a él. Cuando lo supo, no sintió que le correspondía y junto a una notoria cambió su nombre por el de su madre, Teresa. “Estoy muy cabreado, pero muy contento (por saber la verdad). Canales, ¡te has equivocado!”, sentenció su tío Antonio.
Según contó el mismo Antonio, estaría pensando en demandarlo y en impugnar el testamento de su padre. En Viva la vida hablaron con un experto en leyes y todo indicaría que Canales Rivera podría ir a la cárcel. La modificación o falsificación de un documento como ese se considera un delito. El o los responsables serían condenados a prisión y el juez podría dictar la nulidad de todas las acciones realizadas en torno a ese papel.
Canales Rivera sabía muy bien que un secreto así podría revolucionar a su familia, probablemente se olvidó de la parte legal que lo perjudica. Sin embargo, aceptó entrar a un reality donde estas confesiones son la base del concurso y en algún momento su verdad saldría a la luz. ¿Torpeza o necesidad de hablar? La razón que lo animó al torero a contar esta noticia en televisión, sin haberlo hablado con su propia familia antes ya no interesa. Cuando salga, le espera un gran conflicto que no se resolverá fácilmente.