Si bien, en el último año, Rocío Carrasco se estuvo ganando una decena de enemigos, hay una fanática devota a todos sus hechos y palabras. Ella es, por supuesto, Carlota Corredera. No se sabe si es real convicción, ganas de usufructuar la fama carrasquista y defender una causa social o será que tiene una desmedida simpatá para con Rocío. Lo cierto es que Corredera aprovecha cada ínfima oportunidad para sonreírle con indulgencia a Rocío y para ladrar con rabia a Antonio David Flores.
Lo volvió a hacer. No hay que mencionar el nombre de Antonio David Flores frente a Carlota Corredera, porque la reacción de rechazo es inmediata. ¿Cábala o show? La guerra mediática está declarada y parece incorregible: la presentadora detesta al exguardia civil y cualquier ocasión es buena para recordarle a la audiencia cuál es su postura frente al escándalo mediático del año.
Fue Belén Esteban quien trajo a colasión el nombre de Antonio David. Comparó a Rafa Mora con el excolaborador, debido a que no para de interrumpir y no deja hablar a sus compañeros. “Pareces Antonio David, que hablaba por encima para no dejarnos acabar”, lanzó la colaboradora, dejándole el pie ideal para Carlota Corredera, quien no pudo contener su rechazo.
La presentadora se persignó, como si acabara de ver al mismísimo demonio. Es que la rivalidad mediática está planteada en esos términos: buenos y malos, acertados y equivocados. No hay matices ni medias tintas en la guerra que desató Rocío Carrasco. O sos amigo de Rociíto o sos enemigo. Así de visceral, así de radicalizado. El show de la confrontación es un negocio más que rentable y Carlota Corredera sabe usarlo a su favor.