La vida de Kiko Rivera ha dado un vuelco desde que volvió a pisar Cantora y se reencontró con su madre. De odiarla y verla como una delincuente, Isabel Pantoja pasó a ser la madre del año para su hijo. Él mismo había dicho que el día que su abuela ya no esté volvería a la finca y a fin de septiembre cumplió con su palabra. De esta manera se reencontró con la cantante y, al parecer, el cariño está resurgiendo entre ellos.
Antes de arreglarse con la cantante, el DJ estaba en disputa con ella porque quería vender su parte de la finca. Cabe recordar que Isabel Pantoja aún debe plata por la hipoteca de Cantora y Kiko quería terminar con eso que también le perjudica. Sin embargo, parece que su conversación con su madre lo hizo cambiar de opinión. “La venta está frenada”, aseguró y agregó que ya tenía un comprador, pero, por el momento, no está interesado en vender.
Kiko Rivera está arrepentido de su actitud con Cantora y, según él mismo contó, la vio débil a Isabel, por lo que va a esperar para tomar una decisión. Él es consciente que se deben una conversación para sacarse todas las dudas de ambas partes y arreglar los rencores que se generaron durante este año y medio. El marido de Irene Rosales fue muy cruel con su madre en diferentes entrevistas y en sus redes sociales, actualmente dirige sus críticas a su hermana y a Anabel Pantoja.
Según ha contado en su última exclusiva, Kiko Rivera le perdona el dinero a Isabel Pantoja, siendo que en ese sentido fue que se sintió más traicionado. En Cantora, la herencia envenenada, el DJ había detallado los números que su madre y su tío, Agustín Pantoja, le habrían estafado. Parece que ese dolor está sanando y ahora tiene una opinión diferente. “No me hacen falta cinco millones, ni dos. Quiero que salde la deuda de Cantora y que pueda ser feliz”, sentenció.