Esther Doña afronta una nueva vida de mujer empresaria y dueña de una fortuna que más de uno daría lo que fuera por tener. Hablamos de una mujer que estuvo casada con Carlos Falcó, Marqués de Griñón, y fue una de las socialités más destacadas de España. Hoy afronta una nueva etapa: empezando una relación y escribiendo libros autobiográficos.
Pero la novedad no es esa. Todos conocíamos el perfil mediático de Esther Doña - quien ahora lanzó una obra contando su vida junto a Carlos Falcó - con oportunas y contadas exclusivas a medios prestigiosos develando información privada. Esther hace casi el mismo juego que cualquier colaborador de Sálvame, pero envuelta en el halo de misterio del lujo, el dinero y el mundillo de los nobles.
La novedad es que Esther Doña hizo públicos algunos chats privados con su difunto marido, Carlos Falcó. "Me acabo de despertar, y he visto tu nueva foto de perfil. ¡Uau! Me recuerdas a Madama Butterfly". "No sé cómo cantas tú, pero eres mucho más guapa". "Vaya cuerpazo tienes en la fotografía de perfil, no sé si lograré dormirme", son algunos de los mensajes que Esther hizo públicos.
Todo en el contexto del libro que publicó. De nuevo: es otro el formato, pero el gesto ético no deja de estar manchado de amarillismo al mejor estilo Sálvame. Está compartiendo chats íntimos con una persona que ya no está. Y no se trata de juicios de valor, sino de observar cómo las lógicas sensacionalistas exceden a cualquier pompa, vestido o clase social. Esther Doña ha recibido fuertes críticas por compartir esta información privada.