Secret Story fue presentado como un reality novedoso con todas las intenciones de triunfar. En términos de audiencia no le va mal, pero finalmente no tuvo muchos detalles nuevos y terminó derivando en otro GH VIP más. Con aún siete participantes dentro, los secretos ya fueron revelados y muy pocos famosos están realmente interesados en ganar esa parte de la competencia. El concurso tuvo altibajos y la organización hizo lo posible para volverlo más interesante. Una de esas estrategias fue meter en la casa a la concursante número uno: Adara Molinero.
Si hablamos de figuras históricas de Gran Hermano España, no podemos dejar de nombrar a Adara Molinero. La influencer lo ha dado todo en cada concurso del que participó, quién no recuerda su escena dramática gritándole a Miguel: “¡Me estás volviendo loca!” en GH 17. Es, sin dudas, la participante más experimentada y la que más triunfos ha conseguido, entonces la organización de Secret Story no dudó en llamarla cuando el reality se estaba viniendo abajo.
Los concursantes temblaron al verla porque Adara tiene una gran cantidad de fanáticos que hacen todo por ella, por lo que imaginaron que sería difícil eliminarla. Sin embargo, por sorpresa quedó afuera con Gemeliers, dos hermanos cantantes que no parecían llamar demasiado la atención. ¿Qué pasó? Su concurso, esta vez, se basó en pelearse y llorar por Rodri Fuertes. Si bien hacía más que algunos "muebles" de la casa, no era lo que todos esperaban ver de ella.
Reconciliada con su novio y con la promesa de hacer un juego más interesante, Adara Molinero volvió a entrar en la repesca. Pero la realidad es que Secret Story terminó creando nuevas figuras, Cristina y Luca, que juntos parecen más fuertes. La joven no pudo contra ellos y aunque quiso desestabilizarlos, no lo consiguió. El gran beso de la periodista y el italiano dado en el momento oportuno, pudo más que la reina de los realities. Porta logró eliminarla, ¿será el fin de sus participaciones en los concursos?