Definitivamente, la emisión de El último viaje de Rocío el pasado martes fue todo un acontecimiento. El programa especial en el que Rocío Carrasco (44) develaba algunos de los secretos mejor guardados de su madre, Rocío Jurado, no ha dejado a nadie indiferente. La herencia de “La más Grande” ha disparado todo tipo de discusiones, entre las que se encuentra Rosa Benito (65).
Es bien sabido que la exesposa de Amador Mohedano fue muy unida a la mítica artista, llevándose de mil maravillas. Fue así que, tras el estreno del especial presentado por su sobrina, la colaboradora de 'Ya son las ocho' ha decidido profundizar sobre las pertenencias de su cuñada. Especialmente, de las que posee algún tipo de historia.
En la última emisión del programa de Mediaset, Rosa se enfocó en las joyas de “La más Grande”, confirmando y poniendo precio a mucha de la bisutería que vestía. Para comenzar, Benito confirmó que dichas joyas las tiene Rocío Carrasco por ser su heredera universal, siendo muchas de ellas bisutería.
“Mucho es bisutería, le encantaban los brillantes, ella tenía muchas joyas, no han salido dos brillantes enormes que se los compró a una joyera valenciana o los corazones que le costaron 20 millones de las antiguas pesetas” explicó la celebridad valenciana, rebosando de orgullo de ser la portadora de esta información.
A esto hay que sumarle los pendientes de colgar de alrededor de 25.000 euros, un reloj de oro y brillantes de 50.000 euros y la cruz que se puso en su boda cuya cuantía ascendería a los 150.000 euros. Un claro indicador de que Rocío Jurado tenía cierto agrado por las joyas, además de los deslumbrantes vestidos.
“Tenía joyas, pero no era de joyas como Lola Flores o Carmen Sevilla, era más de invertir en suelo” apuntó entonces Rosa Benito, desvelando luego que la pieza más valiosa que tenía Jurado era “el anillo que lleva mi sobrina Rocío, es la única que nunca se quitaba, fue uno de los primeros brillantes que se compró y le tenía un cariño especial”.
“Ella era de brillantes y zafiros porque era su piedra” develó la colaboradora, que ha reconocido que había otra joya que tampoco se quitaba: “un triángulo que se lo hizo Mili, Milagros Jiménez. Ella era mucho de energías. Si se ponía una sortija y ese día se le daba mal ya no se lo ponía más” concluyó.