Es un hecho que el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 está siempre rodeado de lujo. No puede ser de otra manera. Por esa razón, no desentonó Georgina Rodríguez, la distinguida esposa de Cristiano Ronaldo, que estuvo de visita por el principado para ver el espectáculo junto a sus hijos, pero que también aprovechó para relajarse en las calmadas aguas de la Costa Azul.
“Lucky girl” (“Chica afortunada”), escribió Georgina Rodríguez en su publicación en Instagram en la que compartió imágenes suyas disfrutando a bordo de un yate, en la dulce y tierna compañía de dos de sus hijos. La vemos vistiendo un polo de la escudería Ferrari, de intenso e inconfundible color rojo. Completa su atuendo con unos vaqueros y un muy casual calzado Louis Vuitton, firma francesa que también es responsable de su cinturón.
En su paso por Mónaco por trabajo, Georgina Rodríguez tuvo la oportunidad de asistir a la carrera y ver cómo el español Carlos Sainz se hacía con el segundo lugar, llevando los colores de Ferrari. La modelo se ha convertido en una gran aficionada a la lujosa marca automotriz nacida en Italia. Ella y su pareja tienen un destino incierto, ya que hay dudas sobre la continuidad de Cristiano Ronaldo en la Juventus, lo cual probablemente haga que ambos armen sus maletas para dejar Turín en busca de su siguiente aventura.
Lo que sí sabemos es que, ante una emergencia, tienen dónde quedarse: hace pocos días trascendió que Georgina Rodríguez y Cristiano Ronaldo compraron una lujosa propiedad en Lisboa, la más cara de la ciudad, que será su lugar cuando deban pasar tiempo en la capital portuguesa. Sus nuevos destinos podrían ser Madrid, Mánchester, París, China o Estados Unidos. Sin embargo, de momento, la nacida en Argentina sigue disfrutando de su buen presente y confirmando, siempre que puede, que es una chica afortunada.