Oka Giner forma parte de la nueva camada de actores y actrices jóvenes que la plataforma Netflix tiene en la mira. Versátil, fresca y con una impronta que traspasa la pantalla, se presta a una charla en exclusiva con IberoShow. A punto de lanzar la segunda temporada de Madre solo hay dos -que encabezó el ranking de lo más visto en Netflix España-, Giner habló de todo: su carrera, el peso de la fama y el de ser mujer en la industria, sus nuevos proyectos y el mensaje que quiere dejar en sus redes sociales.
A poco de su primer protagónico para Netflix titulado La venganza de las Juanas Oka Giner nos muestra un costado desconocdio. Una charla íntima donde la actriz -que siempre se la ve enérgica y desfachatada- se toma el tiempo de reflexionar sobre el lado B de la fama.
-P: Empezaste de muy chica modelando y participando en concursos de belleza. ¿Cambió en vos o en el ambiente la noción de belleza, el estereotipo, las ideas que tenemos en torno esto?
-O: Sí, totalmente. Yo comienzo en todo este mundo porque sentía la necesidad de ser vista. No había nada que disfrutara más que subirme a un escenario desde que tengo uso de razón. Era un mundo que me encantaba. Con todos los movimientos que hay, creo que tenemos que darnos cuenta de que vivimos en una sociedad muy machista. Hoy creo que los estereotipos de belleza no tienen ni pies ni cabeza.
-Sin embargo, me contradigo: veo Miss Universo y me indigno, me parece un concurso machista. ¿Por qué no puede concursar una mujer si está casada, o si no mide tanto o si tiene hijos? Y al final estoy viendo Miss Universo y pensando todo esto en mi cabeza, y enojada y tal, escucho que gana México y no puedo dejar de brincar de felicidad.
-P: ¿Por ser mujer sentiste que tuviste que pagar algún precio? ¿Viviste alguna una situación machista?
-O: Historias hay miles. Justo el movimiento que hay en estos días nos ayuda a despertar, a darnos cuenta de que hay ciertas cosas que no se pueden normalizar, aprender a poner límites. Eso para mí era fundamental. Y sí, si nos metemos en esos detalles... hablaría toda la nota de eso. Historias tengo demasiadas. Pero hoy en día sé detectar rápido y aprendí a no dejarlas pasar por alto. No más.
-P: ¿Crees que está idealizado el oficio del actor/ actriz?
-O: Yo creo que sí. Desde afuera tienes una idea muy chiquita de lo que es la actuación. Tú ves a la actriz en la cámara y luego en la alfombra roja y tú quieres estar ahí porque tiene cierto tipo de elegancia. Pero desde adentro se vive distinto. Yo amo lo que hago, lo vivo como si fuera cualquier otro trabajo. Pero me someto todos los días a un rechazo constante. Hago casting tras casting y me dicen “no, no, no”. Hasta que recibes un sí y tienes que enfrentarte a la prensa y al público.
-Que si eres mala actriz, que si estás muy flaca... Todos estereotipos, todas las etiquetas que te quieren poner y creen que porque soy figura pública me las tengo que soportar. Y es rudo. Siempre que me dicen "oye que consejo me darías, quiero ser actriz". Yo siempre les digo: piénsalo dos veces. Y si de verdad tienes la coraza, las ganas y el sueño entonces vas con todo. Sí se puede. Pero el camino no es fácil.
- P: En España "Madre solo hay dos" fue muy vista. ¿Qué opinión te merece llegar a ser vista en España?
- O: Increíble. Yo soñaba con llegar a Netflix, llevaba mucho tiempo persiguiéndolo. Cuando me ofrecen Madre solo hay dos ni siquiera sabía de qué iba Elena, acepté sin dudar. Cuando leo el personaje digo "qué padre" porque me parece increíble que cada vez haya más representación LGBTIQ+. Crecí con muchos amigos que pertenecen a la comunidad. Y me tocó ver a las cosas que se tenían que afrontar- venimos de un país muy machista- y me parece muy cool el trabajo que se está haciendo hoy día en las plataformas con más personajes que representen diversidad.
-Me dicen: Netflix se ve en no sé cuántos países y se va a doblar en no sé cuántos idiomas, pero no te entra en la cabeza hasta que cae el estreno y de repente está número uno en un país, número 1º de España. O sea brincamos de continente, ¿me explico? Es absurdo. Ni siquiera te entra la magnitud en la cabeza.
-P: ¿Qué sorpresas trae la segunda temporada de "Madre solo hay dos"?
-O: Nuevos personajes, nuevos líos amorosos y mucha diversión. Creo que Madre solo hay dos logra este éxito porque es una comedia muy ligera. Fácil de digerir, que puedes disfrutar en familia... Sobre todo ahorita, que estamos viviendo tantas cosas. Prender tu televisión, 40 minutos, al final te deja una lección, más cosas lindas, más aventuras, más enredos.
-P: Y en la audición tuviste que mentir… ¿Recurrís seguido a la mentira piadosa?
-O: Lo que pasa es que cuando hice mi primer proyecto, que fue en el 2013, yo conocí a una primera actriz y ella me dijo: "tu niña tienes que aprender esta lección... Cuando a ti te digan '¿sabes andar en bicicleta?', tú sabes andar. En el set vas a aprender, te lo prometo". Y yo aprendí a mentir. Entonces llego a un casting y me dicen "¿Oye Oka, tú cantas?", y yo: "Sí claro, por supuesto que canto". Cosa que nunca pasó. Ya cuando me dieron el papel les confesé que en verdad no cantaba y me dijeron que me iban a doblar. Pero era algo que me paralizaba.
-Yo veía a estas niñas que sí son una banda de verdad, se llaman Im Jhonny, son muy buenas, tocando súper pro y yo ahí con mi voz, horrible. Me sentía fuera de lugar. Me decía: "Pero eres actriz, tú puedes". No podía, me ganaba el nervio, me ganaba. Yo decía: "Alguien que sepa esto va a saber que estoy haciendo un lipsync, va a saber que no sé agarrar ni siquiera un micrófono." Estaba muy nerviosa.
- P: Tenés más de medio millón de seguidores en Instagram. ¿Qué te genera ver esa cifra, esa magnitud?
- O: Mucho miedo. Lo que pasa es que cuando yo empezaba en esto, a mí me decían que había que cuidar lo que uno decía, lo que uno hablaba, básicamente que me tenía que convertir en algo que no era yo. Y me dio mucho miedo eso. Empecé a jugar ese juego. A ser algo que yo no era. Y de repente me di cuenta de que eso me hacía sumamente infeliz. Decidí soltarme y empezar a ser cada vez más yo y me parece importante que la gente sepa que no todo lo que vemos en redes sociales es real.
-Me parece sumamente importante saber la responsabilidad que uno tiene en las redes sociales. Hay mucha gente que no le gusta el contenido que hago porque me tachan de grosera, de irreverente... pero creo que me estoy siendo fiel a mí misma. Y eso es al final lo que yo quiero dejar como mensaje. No tienes que alcanzar una profesión, no le vas a encantar a todo el mundo, pero sé tu misma y no te estés callando si no tienes el cuerpo que tiene esa muchacha. No sabes cuántos filtros o retoques traen. Entonces take it easy.
- P: Hay un boom de directores mexicanos que están ganando Oscars, premios. Ahora la serie "Quién mató a Sara" está en boca de todos. ¿Cómo ves esta proyección internacional de las producciones mexicanas?
- O: Mencionas el éxito de Quién mató a Sara y me parece increíble las puertas que nos está abriendo a toda la industria. El mundo entero está volteando a ver qué se hace en México. Y eso me parece brutal. Ya si me meto a hablar de Cuarón, de Guillermo del Toro, ¿qué te puedo decir? Si un día suena el teléfono y es uno de ellos, yo me muero.
-Hay muchos chabos que estudian cine y creen que por estar en un país latinoamericano no tenemos las mismas oportunidades... Estos señores nos están demostrando que sí se puede. Yo feliz y esperanzada con todo lo que está pasando en la industria mexicana. Y qué padre ser parte de esto.