En épocas de apogeo del marketing y el branding personal, un nuevo concepto aparece para nombrar una práctica que hasta entonces no tenía forma de ser definida: el queerbaiting. Se trata de una técnica de mercadotecnia que tiene como propósito utilizar a la comunidad LGBTIQ+, banalizar sus luchas y potenciar la imagen de ciertas personalidades a fines netamente comerciales. Es un concepto primo de la llamada apropiación cultural, donde se toman elementos de comunidades minoritarias y se las desprende de su sentido. Billlie Eilish fue acusada de ejercer el queerbaiting, luego de que jugara con publicaciones ambiguas, donde desliza tener una orientación sexual que no tiene.
Es sabido que dentro de la música pop el colectivo LGBTIQ+ juega un papel clave. Es un público que se siente tocado en ciertas estéticas y sensibilidades y ya han alzado a sus verdaderos íconos queer: Madonna, Lady Gaga y Britney Spears. Si bien de estas tres figuras solo Lady Gaga ha manifestado ser bisexual, las tres han hecho aportes culturales y hasta políticos por la comunidad. Madonna incorporó bailarines negros y homosexuales en plena década del 90´, cuando la homosexualidad estaba asociada al VIH y aún había mucha intolerancia y discriminación. Billie Eilish es acusada de querer captar la atención de una comunidad para potenciar sus ventas musicales.
Todo empezó con un posteo de Instagram. La cantante Billie Eilish subió una foto acompañada de un grupo de mujeres y escribió "amo a las chicas". Rápidamente las redes se alzaron en su contra. Bajo el hashtag #youlikegirls, usuarios de las redes salieron a denunciar el queerbaiting que estaba ejerciendo Eilish. Se sabe que la cantante mantiene una relación - que prefiere guardar en secreto- con el actor Matthew Tyler Vorce. Su publicación fue leída como una suerte de campaña de marketing para ganarse al público queer.
No es la primera vez. En el año 2009, Billie Eilish lanzó un sencillo titulado "Wish you were gay" (desearía que fueras gay) y también fue fuertemente criticada. “Actuar sexualmente con las niñas para atraer a más público es asqueroso”, escribió un usuario en Twitter y se desató la polémica. Con una carrera en ascenso, no es de extrañar que su equipo de marketing haga de todo para triunfar en el mundo del pop: convertirse en un ícono gay. Es una comunidad activa, multitudinaria y receptiva de las corrientes estéticas propuestas por los artistas del mundillo pop. Billie Eilish ha optado por no salir a responder a ninguna de las críticas.
Si bien la publicación de Eilish generó indignación, es curioso ver cómo ahora pertenecer a la comunidad queer es algo bien visto. Si pensamos en cómo actores, cantantes y figuras públicas ocultaban su verdadera orientación sexual para no perder contratos o el cariño del público, que ahora quieran manifestarse como "queer" sin serlo es todo un cambio cultural.