Que la primera dama de los Estados Unidos esté en la portada de Vogue es una tradición que hoy vuelve a cumplirse. Pero hubo una excepción: Melanya Trump no tuvo la típica portada en la revista de modas. Para los editores de la publicación, la esposa de Donald Trump aterrizaba al poder en un momento muy delicado para el país y no querían relacionar a la marca con un gobierno que podría terminar mal. Pero la tradición volvió con todo su esplendor y Jill Biden aparece en el nuevo número de Vogue bajo el título: "Una primera dama para todos: en la carretera con la Dra. Jill Biden".
La entrevista se basa en los puntos fuertes de esta mujer. Es una persona sencilla y distinguida, la llaman por su nombre de pila en ambientes formales y no abandonó sus obligaciones como docente pese a asumir como primera dama de una de las grandes potencias mundiales. También narra la campaña que hizo Jill junto a Joe Biden, su esposo, recorriendo todo el país. "Ahora que vuelvo a visitar distintos estados siento que la gente puede respirar".
Jill Biden, a sus 70 años, hizo historia al mantener su trabajo de profesora pese a asumir como primera dama. Muchas fueron las críticas que recibió, aludiendo a que no sería capaz de sostener ambas obligaciones. "¿Por qué no? Hay que hacer que las cosas pasen" fue la terminante respuesta de Jill. Al respecto de su vida privada, comentó: "Extraño nuestras escapadas románticas. Cuando estábamos en Delaware una vez al mes íbamos a un bed and breakfast local para pasar tiempo juntos románticamente".
La edición de Vogue pinta al matrimonio como una pareja cómplice y consolidada. Hay imágenes exclusivas de sus días en la Casa Blanca. Al respecto de la vida política de su marido, Jill dice que fue ella quien lo empujó a que vaya por la candidatura. Es que llevan más de 40 años de casados y son un gran equipo, tanto en el plano de la vida marital como en terreno de la política.