Hace un tiempo, trascendió la noticia de que Raquel Mosquera puso en venta su chalet de Galapagar. Sin embargo, parece que la estilista no ha tenido mucho éxito en la acción inmobiliaria, razón por la cual tuvo que realizar ciertos ajustes que tienen que ver con el valor por el que la propiedad está en venta.
En un primer momento, se supo que el valor estimado por el que Mosquera esperaba vender el chalet rondaba los 469.000 euros. Pero hoy se supo que debió bajar el precio a unos 30 mil euros. Así, el precio establecido por la morada ubicada en Galapagar en el mercado es de 439.000 euros.
En cuando a la edificación, se supo que está construida sobre una parcela de más de 600 metros cuadrados y consta de 377 metros cubiertos. Cuenta con un jardín, que según Sensoles Ónega expresó al ver las imágenes del mismo, “define a la propietaria como una buena persona a la que le da igual todo”. Sucede que los parques de la propiedad están un tanto descuidados, pero lo que está aún peor es el interior.
Por dentro, la que era residencia de Mosquera, tiene un estilo era muy propio de los años 2000 e incluso hay quienes lo catalogaron un tanto kitsch. No le faltan piezas de decoración (incluso le sobran algunos): hay cuadros, libros, cuernos y hasta una alfombra.
La cocina es una de las partes más importantes de la casa, pues la pareja que la habitaba era muy fanática de lo culinario, por lo que le prestaron mayor atención a esa estación. Al igual que el living, el lugar cuenta con cientos de utensilios y accesorios de cocina colgados por doquier.
El baño, cuenta con dos espacios, uno donde están los sanitarios y la bañadera y otro donde está el lavabo. No es para nada un lujo y la realidad es que a nadie le apetece saber en profundidad qué cosas se pueden encontrar ahí dentro.
En cuanto a la segunda planta de la casa, es bastante luminosa. Y si continuamos el tour, podemos ver su habitación, que al igual que el resto de la casa está bastante desordenada y llena de cosas. Las prendas de vestir de la estilista yacen arriba de casi todos los muebles y las cortinas son un tanto anticuadas.
Según anunciaron en el programa Ya es mediodía, parece que las fotos que la inmobiliaria ha tomado de la propiedad no han sido muy atractivas y han dejado bastantes cuestiones de la intimidad de Raquel a la vista. “Define a la propietaria como una buena persona a la que le da igual todo”, comentaron al respecto en el plató. Alba Carrillo fue la única que no se mostró tan crítica y expresó: “Está malita y me da mucha pena, una cosa no quita la otra y quiero que te recuperes… la casa tiene muchas posibilidades y quién no iba a vivir en una casa como esa”.