Rocío Carrasco tenía 22 años y casi pierde la vida. Había terminado un violento y traumático matrimonio con Antonio David Flores, con quien años después entraría en una aguerrida batalla mediática y judicial. Comenzaba su romance con Fidel Albiac, polémico y oscuro personaje que la acompañaría hasta el día de hoy. Mucho antes de ser la vengadora televisiva por excelencia (causando un verdadero revuelvo mediático y social) Rocío Carrasco sufría una prueba del destino: un accidente automovilístico casi la mata.
Rocío Jurado siempre consintió a su hija en absolutamente todo. Es por eso que le regaló un Mercedes Benz para que disfrute de románticas escapadas con Fidel Albiac, después del horroroso matrimonio con Antonio David. Fue en ese mismo automóvil cuando, un 13 de febrero del año 2000, Rocío y Fidel volcaron en una ruta cercana a Racafría. La hija de La Jurado sufrió traumatismo craneoencefálico, levantamiento del cuero cabelludo y fractura en una vértebra.
El mito popular dice que, cuando Antonio David se enteró, fue corriendo al hospital. Allí se encontró a una lúgubre Rocío Jurado, destruida por ver a su hija postrada en una cama y emitió una frase que pasó a formar parte del imaginario colectivo: "eres tú el que debería estar acá". Rocío Carrasco, años después, desmintió esa frase.
Lo cierto es que Carrasco estuvo al borde de perder la vida. Fidel, por su parte, sufrió un leve traumatismo en la columna. Pero Rociíto volvió a ser noticia, aquella vez, por un trágico accidente que casi le cuesta la vida. Su madre, preocupada, mostró su lado más vulnerable y afirmó que atravesó "el momento más duro de su vida".