Hace algunos meses se generó un revuelo tras las declaraciones de Antonio Canales, que durante su paso por Supervivientes 2021, afirmaba que no era amigo de Fidel Albiac. Dijo en ese momento, que apenas lo había cruzado tres o cuatro veces en su vida y que de ninguna manera lo consideraba tan cercano como para tener una amistad.
De inmediato, la pareja de Rocío Carrasco puso el grito en el cielo, los programas cargaron contra él y las redes sociales estallaron en opiniones sobre el tema. Tanta fue la repercusión de lo sucedido, que el bailador salió a dar explicaciones y hasta se desdijo a sí mismo, argumentando que había mentido para protegerlos y que nadie lo llenara de preguntas sobre la hija de "La Más Grande" durante su estancia en la isla o en las galas.
Con el ingreso de Canales a Sálvame pareció que todo estaba aclarado y que la relación entre ellos se había compuesto, sobre todo teniendo en cuenta que la función que iba a tener en el programa era la de cuestionar a Olga Moreno. Sin embargo, tras el despido y todo lo que siguió, las dudas surgieron nuevamente. Si Fidel es íntimo de los directivos de la realizadora, ¿cómo es que se llegó a humillar a su amigo de esta forma? ¿por qué no salió a defenderlo, hablar bien de él o simplemente apoyarlo?
Suponiendo que no tuviese la influencia suficiente como para impedir una decisión de este estilo - algo que sería lógico - lo que llama la atención es la forma en la que se dieron los hechos y cómo se trató al artista, algo que nadie haría con uno de los más cercanos de la pareja de una de tus figuras más importantes.
Puestos a especular, son muchas las teorías que pueden surgir al respecto. Albiac lleva un tiempo desaparecido de los medios, porque Rocío necesitaba ese descanso y ninguno de los dos es asiduo usuario de redes sociales, por lo que se dificulta que se manifiesten públicamente. Aún así, esa no es excusa suficiente y si sumamos todo lo que pasó al apoyo de Antonio David Flores a Canales, algo que nunca haría con ningún amigo de Carrasco, solo nos queda pensar que alguien está mintiendo o que hay una parte muy importante de esta historia que no conocemos y que probablemente nunca conozcamos.