Rocío Jurado fue la matriarca de un clan del cual, a su vez, era el único sustento. Y no hablamos sólo económicamente, sino a nivel social y de prestigio: los Mohedano, los Carrasco o los Flores no serían nada sin el manto estelar de Rocío Jurado. A su muerte, su portavoz y heredera universal de todo su patrimonio es Rocío Carrasco. Y digamos que a Rocíito no le va bien la diplomacia.
La enemistad de Rocío Carrasco con Antonio David Flores, donde hay acusaciones de violencia psicológica de por medio, destapó una olla que ya era difícil de ocultar: los Mohedano - familiares vivos de La Jurado - no tendrían relación alguna con Rocío Carrasco. Tal es así que ni si quiera se molestaron en tomar partido por la hija de la matriarca del plan. Si había dudas sobre si la relación era buena o mala, el contenido de la segunda temporada de la docuserie de Rocío trae consigo un puñado de dardos venenosos para la familia de su madre.
Pero la pregunta es: ¿Qué pensaría Rocío Jurado acerca del distanciamiento entre sus hijos adoptivos - Gloria Camila y José Fernando Ortega Cano - con su Rociíto? Al respecto, José Ortega Cano respondió algunas preguntas. "No creo que le haya hecho nada a Rocío Carrasco como para pedirle perdón", comienza su descargo del ex torero. "No tengo la sensación de tener que pedirle perdón. No, te lo puedo jurar por lo más grande que haya en el universo. Tengo plena confianza en que no. Nuestra relación siempre ha sido muy bonita, desde que era muy pequeña."
Una vez aclarado el asunto - para el ex torero no hay deudas pendientes con Carrasco - la cuestión es cómo vería Rocío Jurado toda esta ruptura familiar. "Con ella no habría pasado nada de lo que está pasando en la familia. Rocío perdonaba con mucha facilidad. Era una mujer extraordinaria en todos los sentidos, haciendo música y como persona. Era diferente a todo, con ella no hubiera pasado nada, porque tenía raza cuando se enfadaba", develó Ortega Cano.
Puede que las palabras de Ortega Cano rocen la ironía o que, de momento, dejen mal parada a Rocío. Es que, según él, no habría motivos visibles para entender por qué la nula relación entre los hermanos. "Estaría encantado de que tuvieran una relación de hermanos. Yo capté cuando llegamos con los niños que Rocío estaba muy contenta. He creído siempre que ella les quiere a los dos y ha habido momentos muy bonitos, pero bueno tiempo al tiempo".