Sin lugar a dudas, Charlize Theron es una de las actrices más multifacéticas del siglo XXI. La estrella sudafricana ha demostrado que no tiene dificultades para protagonizar cintas de acción como Mad Max: Fury road (2015) y The old guard (2020), comedias como Long shot (2019) y dramas aclamados por la crítica como Bombshell (2019) y Monster (2003). Por esta última obtuvo el premio Oscar a mejor actriz en 2004.
Actualmente, la actriz se encuentra en Grecia, gozando de su cumpleaños número 45 navegando por las aguas que rodean a la Isla Paros en un yate. Con un traje de baño de dos partes color negro, pudo verse a la celebridad disfrutando de su natalicio junto a sus hijas Jackson, de 9 años, y August, de 5.
Sin embargo, las cosas no siempre fueron así para Theron. Durante las primeras dos décadas de su vida, Charlize no supo exactamente a qué dedicarse, por lo que luego de ganar un concurso de modelaje a los 16, pasó un año junto a su madre modelando por Europa. Con ganas de explorar su pasión por la danza, la estrella y su madre se mudaron a Nueva York para que Theron asista a la Escuela Joffret de Ballet.
Aunque vivía en un departamento sin ventanas y casi no contaba con dinero, la estrella estaba enfocada en la danza. No obstante, una lesión en sus rodillas a los 19 frustró sus sueños de convertirse en una bailarina de ballet profesional.
Sin dinero y tratando de evitar volver a su Sudáfrica natal, una joven Charlize voló en 1994 a Los Ángeles, financiada por su madre, para probar suerte en la actuación. Los primeros meses fueron duros, con la actriz viviendo en un motel y subsistiendo cobrando cheques de algunos trabajos de modelaje que había realizado en Nueva York. La falta de dinero llegó a ser tal que, en alguna ocasión, se vio obligada a robar pan de la cesta de un restaurante.
Todo cambió un día, cuando la estrella se dirigió a un banco de Hollywood Boulevard para cobrar un par de cheques, cosa que no pudo hacer puesto que, al no poseer la ciudadanía norteamericana, fueron rechazados. Desesperada por no poder acceder a su dinero, Theron comenzó una acalorada discusión con el empleado del lugar. Discusión que llamó la atención del agente de talentos John Crosby.
Impresionado por su belleza y actitud, Crosby cobró los cheques por ella y le dio su tarjeta profesional. Sin dudarlo, la actriz llamó al agente, quien rápidamente la anotó en la escuela de actuación. De a poco, Charlize comenzó a obtener audiciones y algunos papeles menores. Fue en una de estas audiciones que conoció J.J. Harris, quien se convertiría en su mentor y agente por los próximos 15 años. Y como suele decirse “el resto es historia”.