El verano está a punto de acabar y esto solo significa una cosa: En el nombre de Rocío, la nueva serie documental de Rocío Carrasco (44) donde piensa apuntar contra su familia materna, está cada vez más cerca de su estreno. Es por eso que Antonio David Flores (45) y sus hijos han decidido disfrutar de una salida familiar antes de que se vuelva a desatar la polémica.
Como bien mostró Rocío Flores en una historia de su cuenta oficial de Instagram (@rotrece), el pasado domingo, el ex guardia civil compartió un almuerzo con su pareja, Olga Moreno (45), sus hijos, Antonio David Jr. (22) y Rocío, y el novio de esta última, Manuel Bedmar (24). Y con dicha foto, ha quedado al descubierto un secreto que comparten padre e hijo: la preocupación por no perder el pelo.
A sus 22 años, el más pequeño del clan Carrasco-Flores se ha sometido a un injerto capilar, a juzgar por el rasurado que luce y las marcas en su primera línea de cabello. Un cambio de look considerable si tiene en cuenta que la última vez que vimos al joven, en el final de Supervivientes, llevaba una gorra para ocultar su poca cantidad de cabello.
De esta forma, el hijo de Rocío Carrasco sigue los pasos de su padre. Hace dos años, Antonio David se sometía a este proceso mediante una clínica de confianza en Málaga, donde reside. Los tratamientos ahí son personalizados y el precio oscila entre los 3000 y los 6000 euros. Como bien puede verse, en su caso, el tratamiento dio buenos resultados.