Ovación, emoción y una noche inolvidable para Concha Velasco y su público: afortunados espectadores que presenciaron la despedida de una de las grandes actrices españolas. A sus 82 años y tras varias situaciones que tomaron carácter de públicas, la actriz se despidió ovacionada en su última función. Se trata de una pieza escrita por su hijo Manuel Martínez, quien incrementó su popularidad al salir a desmentir a su propia madre,
Un monólogo de más de una hora, en la piel de una gran actriz de 82 años. Todo un espectáculo. El contenido de la obra tiene que ver con las despedidas: el personaje repasa sus éxitos como escritora y se despide de su profesión. "Yo no tengo muchas cosas de ella", aclaró la Velasco al finalizar la función, en alusión a su personaje.
También incluye una frase que tiene, azarosamente, mucho que ver con la despedida a los escenarios que está viviendo Concha Velasco. "Cuando uno se va a marchar, sabe que se va a marchar, aunque lo importante es haber llegado hasta aquí". Todo fue lágrimas y emoción, rindiéndole homenaje no solo a su performance en esa última función, sino al trabajo de toda una vida por y para el arte.
"Estoy verdaderamente emocionada y quiero dar las gracias por esta despedida tan bonita. Solo lo hacen mis personajes, porque mi madre me decía que no se debe hacer, que todo el mundo tiene sus propios problemas". También se refirió a la situación económica y al riesgo de producir teatro en este contexto. "No es una obra barata y hemos pasado malos momentos", declaró la actriz.