Jueves 11 de Enero 2024
ROCÍO RODRÍGUEZ MOHEDANO

Rocío Rodríguez Mohedano, la peor enemiga de Rocío Carrasco

Es una de las pocas personas de la familia no mediática de Rocío, que apoya abiertamente a Antonio David Flores.

Rocio Mohedano. Fuente: (Twitter)
Escrito en FAMOSOS el

Por lo general, cuando un nombre comienza a sonar en los pasillos de los canales de televisión, esa persona no tarda demasiado en volverse una figura mediática. Ese ha sido el caso de Rocío Rodríguez Mohedano, la prima de Rocío Carrasco, que durante el 2021 ha rondado en la cabeza de productores y colaboradores y sido la protagonista de infinidad de rumores, que incluso la ubicaban como una posible participante de “Secret Story”.

La muchacha es muy parecida a Rocío Carrasco. Fuente: (Twitter)

Aunque para la audiencia en general su nombre no diga nada, Rocío Rodríguez Mohedano cuenta una de las historias más particulares de la familia. Es una persona discreta y se la podría ubicar en el lado no mediático del clan.  Lo poco que se puede rescatar de su actividad, es que tiene un gran amor por Rocío Jurado y una excelente relación con Rocío Flores, David Jr., Amador Mohedano y José Ortega Cano, con quienes ha compartido muchos momentos y subido toda clase de fotos.

Rocío junto a Rosa Benito. Fuente: (Instagram)

Sin embargo, lo que la hace destacar por sobre el resto de las personas, es que no solo crítica y cuestiona a Rocío Carrasco, al igual que su padre, sino que se ha declarado a favor de Antonio David Flores. En una de sus publicaciones que más repercusión ha traído, afirmaba directamente que era parte de “el bando” del ex Guardia Civil, algo que ningún familiar suyo se ha atrevido a manifestar tan abiertamente.

El apoyo público hacia Antonio David Flores. Fuente: (Twitter)

Rocío Rodríguez Mohedano es una de las piezas claves de la familia, aunque mantenga su perfil bajo. Los rumores la siguen ubicando cerca del mundillo televisivo, por lo que habrá que esperar para saber si este 2022 podemos tener un nuevo personaje dispuesto a meterse de lleno en el conflicto.