Tras su salida del hospital, José Ortega Cano se ha hecho presente en el funeral de su gran amigo y colega, Jaime Ostos, acompañado de Ana María Aldón y Gloria Camila. Si bien en principio esto podría significar una buena noticia, el semblante mostrado por el torero y sus antecedentes recientes hicieron que surgiera cierta preocupación sobre su salud.
Está claro que Ortega Cano no se encuentra pasando un buen momento en lo personal. Aunque nadie puede negar su fortaleza y lo activo que se ha mostrado siempre, en los últimos meses no ha parado de recibir golpes. Sea por la muerte de personas cercanas, el presente de su hijo, los problemas con Ana María, el recuerdo de Rocío Jurado o los conflictos con Rocío Carrasco, el torero no ha encontrado tiempo de paz alguno y eso ha repercutido directamente sobre su persona.
Todo lo que ha pasado no ha sido gratuito. Si bien no lo ha demostrado en público, porque su orgullo de torero no se lo permitiría, como decía "La más grande", las diversas complicaciones que ha atravesado en lo que a salud se refiere, tanto en 2021 como en este principio del 2022, son una clara muestra de eso. Por eso se entiende que Gloria Camila declarara que quería saber qué contendría la docuserie de su hermana y que haría lo posible para detenerla si eso podría afectar a su padre.
Hay momentos en el que cuerpo parece decir que hay que parar y José Ortega Cano podría haber llegado a ese punto. El torero se encuentra cuidado por su hija, su esposa y muchas personas que lo quieren y valoran, pero hay situaciones que pueden superar ese cariño. Detrás del personaje mediático hay una persona y una salud que con el paso y los golpes de los años se ha vuelto cada vez más frágil. El antecedente de Amador Mohedano debería haber hecho notar esta situación.