Las infames fotografías que incriminan a Iñaki Urdangarin, en las que se lo podía ver de la mano de su nueva pareja, dieron la vuelta al mundo en cuestión de horas, convirtiéndose en la exclusiva del año. Cuando llegaron a los medios, reinó la confusión: ¿no se suponía que el exdeportista y la hermana del rey Felipe VI eran una de las parejas más sólidas de la familia real?
A partir de ello, la imagen idílica que mostraba la pareja se desmoronó. Surgieron así declaraciones de familiares, peleas con los reporteros, rumores y desmentidas hasta que, finalmente, se confirmó lo que todos intuían: La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin habían decidido "de común acuerdo, interrumpir su relación matrimonial", como lo han expresado a través de un comunicado oficial.
"El compromiso con nuestros hijos permanece intacto. Dado que es una decisión de ámbito privado, pedimos el máximo respeto a todos los que nos rodean. Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin", reza el breve comunicado que la pareja ha remitido a la Agencia EFE. Ante esta situación, la familia tendrá que decidir cómo organizarse respecto a los términos en los cuales romperían el matrimonio, en caso de que así lo decidieran.
Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin están casados bajo un régimen de separación de bienes y no tienen ninguna propiedad inmobiliaria compartida, lo cual evitaría los tejemanejes económicos y legales que un divorcio acarrearía. Además, antes de dar el ‘si, quiero’, ambos firmaron unas capitulaciones matrimoniales para saber a qué abstendría en caso de que el matrimonio se disolviera.
El latente divorcio se debería dirimir en el país donde se hallase el último domicilio del matrimonio; en este caso, Suiza. Sin embargo, al ser españoles, desposados en las tierras de Cataluña, podrían elegir realizarlo bajo jurisdicción española. Esto multiplicaría las opciones de filtración, ya que, al haber una menor de edad implicada, deberían pasar por un extenso proceso legal con jueces y fiscales mediante.
Esta separación tendría una peculiaridad: según expertos, al ser la infanta Cristina hermana del actual Rey, se debería firmar algún tipo de cláusula de confidencialidad para proteger a la Casa Real y a sus miembros de lo que hubiese podido ver u oír Iñaki mientras ha formado parte de ella. A pesar de todo esto, se estima que la ex pareja llegará a un acuerdo a través de negociaciones internas, dado que lo que menos desean sería montar en una escena beligerante.