Rocío Carrasco ya no se deja atormentar por viejos fantasmas del pasado. La hija de Rocío Jurado y Pedro Carrasco aprendió a lidiar con todo lo bueno y lo malo que le trajo ser la hija de dos de las personalidades más emblemáticas de nuestro país. Tras veinte años de silencio y un profundo dolor que la ha ido consumiendo, pudo, de a poco, ir soltando ese dolor.
Fue mediante sus dos docuseries, “Rocío contar la verdad para seguir viva” y “En el nombre de Rocío”, que Rocío Carrasco logró a sacar a relucir los fantasmas que la atormentaban y apuntar contra el clan Mohedano. Sin duda alguna, esto le trajo numerosos enemigos, pero también aliados. Por un lado, perdió todo contacto con la familia de su madre y por el otro se apoyó en personas como su esposo, Fidel Albiac.
Sumado a eso, Rocío Carrasco mantuvo muchos amigos cercanos que la acompañaron en todo el proceso, capítulo a capítulo de su docuserie, donde develaba todos los complejos momentos que tuvo que atravesar. Sumado a ellos, también recibió el apoyo de una parte de su familia menos mediática, que no le ha soltado la mano en ningún momento.
Entre todas esas personas se destaca su prima Patricia Carrasco, quien se ha vuelto mucho más cercana, ya que mantienen un vínculo irrompible hace años. “Los Carrasco, unidos, jamás serán vencidos" expresaron en una entrevista al unísono. Cabe destacar que esta unión entre Rocío Carrasco y su prima no es momentánea ni espontánea, sino que se ha cuidado y regado durante todos estos años.