Rocío Jurado era toda una estrella, por ello tenía sus gustos particulares que además de hacerla resaltar del resto de las cantantes, llamaba la atención de quien le cumplía esos gustos y/o la observaban gozar de sus antojos gastronómicos como si no hubiera un mañana. De todas las experiencias que la cantante probablemente tuvo, algunas marcaron un antes y después en su vida.
Y es que esto le permitió a Rocío conocer un mundo opuesto al cual no estaba acostumbrada. Ahora bien, una de las anécdotas más graciosas que le sucedió a Rocío Jurado, fue en febrero de 1995, cuando la cantante utilizó un extraño nombre para referirse a una comida que probó en algún sitio y hasta ahora es un misterio. El nombre que le dio fue "Quisquilla de Motril".
Cabe recordar que fue la misma Rocío Jurado quien eligió el menú en su propia boda con José Ortega Cano en la enorme fiesta a la que acudieron más de mil quinientas personalidades destacadas del ambiente artístico. Invitados que pudieron conocer del plato favorito de la oriunda de Chipiona.
Tanto fue el éxito de este plato que bautizó Rocío Jurado que, tras la boda de la cantante, los pescaderos de la Costa Tropical recibieron cientos de llamados de distintos restaurantes de España pidiendo un producto que jamás habían oído nombrar. El plato se había hecho muy popular entre la gente más adinerada, gracias al popular nombre que le había dado Rocío Jurado: "Quisquilla de Motril".