Un cambio de conducta empieza a marcar la impronta de Rocío Flores, una muchacha que, desde muy pequeña, deambula por los medios de comunicación acompañando —en un principio— a su madre y abuela; pero también fue constituyendo una carrera que va en ascenso. Como era de esperarse, la hija de Rocío Carrasco comenzó vinculándose con los principales mecanismos de belleza en la que adoptó actitudes del deber ser femenino. No obstante, al parecer, la nieta de Rocío Jurado se ha cansado de contentar al público constantemente, y decidió patear el tablero en los que se ponen en discusión algunos estándares del considerado modelo ideal para una dama —como lo fue el tema que la vinculó a la depilación y la falta de higiene—.
En este sentido, Rocío Flores cayó en la vorágine de ser una muchacha que utiliza las herramientas digitales que brindan las tecnologías para adaptar su imagen a la aprobación social. Lo expresado sucedió en un evento social desarrollado en Barcelona en el que fue presentadora. Los registros fotográficos que subió a sus redes causó una serie de burlas y discrepancias por parte de sus seguidores, quienes la acusaron directamente de hacer uso excesivo de los filtros y hasta de alterarlas con photoshop. Es así que la cuenta digital ´Belleza Falsa´ puso en evidencia el lado real de la hija de Antonio David Flores y dejó que los cibernautas opinasen de ella libremente, como si fuera un vocadillo de sobre mesa, aunque al deslizar hacia la otra imagen del posteo han dejado un sentido mensaje.
"Realidad vs Instagram de la preciosa Rocío Flores. Comentad con respeto plis! faltas de respeto igual bloqueo", comenzó diciendo la premisa donde se contraponían dos instantáneas de la mediática celebridad. Acto seguido, los administradores de la cuenta escribieron una reflexión que intentó interpelar de lleno a los defensores de una belleza que se encuadren con los estereotipos hegemónicos. "El cutis real tiene acné, poros, brotes, manchas, arrugas. El objetivo es tener un cutis sano, no perfecto", sentenciaron desde la línea editorial.
¿El objetivo? Sencillo: que tanto Rocío Flores como cualquier otra dama se quite de encima el legado de prejuicios. Unas miradas que día a día se reafirman desde la publicidad, el marketing y hasta los mismos canales televisivos en el que para tener éxito se debe adquirir una absurda artificialidad, dejando de lado lo real y la alegría que conlleva sentirse como uno quiere, sin intentar complacer todo el tiempo a un otro. Desde Ibero Show, aplaudimos la actitud de esta iniciativa.