Un terrible momento familiar está atravesando la familia de la cantante popular Isabel Pantoja tras conocerse el deceso de su hermano Bernardo Pantoja. Luego de una serie de afecciones médicas que lo tuvieron este 2022 visitando continuamente centros de salud, el exmanager de la prestigiosa intérprete dejó este mundo para descansar en paz. Sin embargo, lo que no pudo llevarse con él fue un manto de tranquilidad de los embrollos familiares que surgieron a lo largo de su vida. En este sentido, su esposa Junco, fue señalada con dureza por el clan de su difunto compañero de vida pese a que ella fue la que estuvo siempre a sol y a sombras con él.
Junco es una destacada bailarina de Japón que contrajo matrimonio con Bernardo Pantoja en 2018 y desde entonces no se ha separado en ningún momento de él. Alejada de los focos mediáticos, la fémina, de quien se enamoró el padre de Anabel Pantoja hace 20 años atrás, tuvo un rol central desde el momento que su marido comenzó a tener severas dificultades en materia de salud, que lo llevaron a pasar la mayor parte de esta última etapa internado de urgencia.
Ella, sin embargo, nunca se separó de su lado y veló siempre por su bienestar y pronta recuperación. Cada vez que se filtraba la información de que Bernardo Pantoja tenía una recaída, se la veía a Junco arribar a las instituciones sanitarias empujando su silla de ruedas de forma cariñosa y enseñando amabilidad con los medios de comunicación, aunque nunca brindó declaraciones públicas. Asimismo, su profesión cambió de manera rotunda cuando se alejó de los escenarios para compartir su vida con su amado; es por ello que se dedicó a la alta costura.
Su nombre verdadero es una incógnita: sólo lo conocen sus allegados, pero de manera afectuosa Bernardo Pantoja la bautizó Junco y es ese el pseudónimo que la acompaña desde ese entonces. Se conocieron durante un tablao de flamenco, donde el reconocido hermano de Isabel se enamoró perdidamente de la artista. No obstante, el círculo privado del difunto nunca ha estado del todo de acuerdo de su enlace sentimental ya que la acusaban de aprovecharse de la jugosa jubilación y del patrimonio que han sabido cosechar los hermanos en los gloriosos años de esplendor. A tal punto de que en su último lecho estuvo rodeado de sus hijos mientras que Junco esperó la noticia en la cafetería del Hospital Universitario Virgen del Rocío.