Entramos a fin de año y es más que normal que los famosos comiencen a realizar un balance de fin de año en donde se ponen a evaluar lo positivo y lo negativo de lo que fue el 2022. También buscan revertir lo malo para transformarlo en aprendizajes y experiencias a futuro. Este fue el caso de Rocío Carrasco, quien, luego de que se emitieran ´Rocío, contar la verdad para seguir viva´ y ´En el nombre de Rocío´, hizo una valoración personal de lo que fue el shock que generaron las propuestas televisivas en la sociedad y cómo repercutió en su vida.
Es así que Rocío Carrasco eligió el programa radiofónico ´Carne Cruda´ para sincerarse acerca de lo que provocaron sus testimonios en primera persona al desvelar los más ocultos detalles de los integrantes de su familia. "Nunca fui consciente de que iba a producir todo lo que produjo", aseveró la hija de Rocío Jurado. Acto seguido, y para sorpresa de toda la audiencia, la madre de Rocío Flores tiró por la borda el mito que aseguraba que sus intenciones de contar los pormenores de su círculo familiar eran únicamente comerciales. Sin embargo, la presentadora sacó a la luz su faceta más egoísta.
En este sentido, Rocío Carrasco sostuvo que si bien queda políticamente correcto afirmar que estas confesiones públicas y el animarse a enfrentarse a sus descendientes, su exmarido y un sinfín de parientes cercanos no era por el género femenino, sino que había sido por el simple hecho de una misión personal. "Lo hice desde un punto de vista meramente egoísta porque lo necesitaba", afirmó sin tapujos durante el reportaje.
No obstante, Rocío Carrasco aseguró ser consciente de que su situación es similar a la que padecen un montón de damas en el país y que quizás ese haya sido el principal motivo de su éxito, ya que generó empatía con los televidentes. "Sería mentira si no dijera que me ha aportado satisfacción por lo que haya podido aportar a la sociedad", enfatizó la exesposa de Antonio David Flores. Pero este no había sido su único fin, sino que había utilizado el espacio televisivo como una suerte de diván en el que podía canalizar sus emociones para atenuar sus disgustos y ayudar a sanar su salud mental. "Una de las partes que necesitan las víctimas es que se sepa la verdad, que se les vea y se les escuche", sentenció la madre de Rocío Flores.