Sólo los hijos de Bernardo estuvieron presentes en el último suspiro del su padre. Ni siquiera Junco, su segunda esposa pudo hacer lo que vino haciendo desde este último año: acompañar a sol y a sombra a su marido. Según contaron fuentes extraoficiales, la bailarina oriunda de Japón se ubicaba en la cafetería del hospital Virgen del Rocío de Sevilla mientras Anabel Pantoja y sus hermanos la dejaban afuera del último lecho del exmánager de Isabel Pantoja. Sin embargo, este controversial hecho no fue el único de esa penosa jornada para la reciente viuda sino que durante lo que fue el último adiós a un hombre que siempre estuvo rodeado de conflictos y situaciones oscuras.
Al parecer, como legado, Bernardo le dejó a su hija Anabel Pantoja el espíritu confrontativo, pero al parecer los modales y la buena educación le faltó reforzar en la infancia. Según contaron los especialistas en ´Sálvame´, la sobrina de la cantante popular tuvo una riña con Junco en el interior de la habitación del nosocomio. ¿El motivo? Una reluciente alhaja propiedad del difunto. "Anabel vio que Junco llevaba una cadena de oro que pertenece a Bernardo, y de malas maneras le dijo a Junco que le dé la cadena porque lo quería ella. Al final Junco termina quitándose la cadena y dándosela a Anabel", afirmó Carmen Borrego.
Esa misma medalla se pudo apreciar sobre el cuello de Anabel Pantoja durante el tanatorio. Sin dudas, lo material se interpuso entre el desgarro emocional que produce la pérdida de un ser querido tan cercano como un padre. Por otra parte, desde el estelar también señalaron que Junco se enteró del deceso telefónico por las noticias, confirmándoselo una amiga cercana segundos más tarde en una llamada de móvil: "A mi me dicen que Merchi es la que llama por teléfono a Junco llorando para decírselo".
La riña prosiguió hasta en las oficinas de la casa velatoria donde Anabel Pantoja se enfrentó a su madrastra e los trámites administrativos y de gestión del funeral. "Junco tiene problemas con el idioma y estaba viendo a Anabel firmar un papel en el tanatorio. Junco le pidió a su amiga que se enterara de qué ocurría y Anabel se ha encarado con esta señora. Un enfrentamiento físico contundente hasta el punto de que se han tenido que ir las dos amigas que acompañaban a Junco", aseveraban los colaboradores. Finalmente, alguien tiene que ceder por lo que fue la propia Junco quien confirmó que las cenizas de su amado serán repartidas en dos urnas para que Anabel Pantoja y ella puedan tener por igual a los restos de Bernardo, una persona que, al parecer, era muy querida por sus allegados.