La familia Pantoja lleva décadas instalándose en el plano artístico de la música nacional. Tal es así que los reconocidos hermanos vienen de un legado familiar vinculado de lleno con los escenarios y el cariño del público. Pero la historia familiar dio un vuelco inesperado cuando el cantante Juan Pantoja enfermó de gravedad de hepatitis, una dolencia que le generó el deceso a temprana edad. Su esposa, la bailarina Ana Martín, tuvo que bajarse de los escenarios para salir en búsqueda de los alimentos para sus hijos: Maribel y Bernardo. En ese entonces, la hija de la familia comenzó a incursionar en las melodías hasta convertirse en una prestigiosa artista cuyo nombre se convertiría en Isabel Pantoja, mientras que su hermano la acompañaba desde las sombras; unas sombras que le generaron problemas judiciales los cuales pagó con creces en prisión.
En aquel entonces, Bernardo Pantoja era el encargado de alistar los espectáculos en los cuales se lucía Isabel, quien show a show se ganaba el cariño y el reconocimiento del público. Sin embargo, ella arrasaba y él cada vez más se hacía invisible ante los ojos de los espectadores. En otras palabras, la ambición del padre de Anabel Pantoja fue llegar a ocupar el prestigio que legítimamente había conseguido su representada, aunque nunca tuvo su éxito. Según se pudo constatar en investigaciones de archivos periodísticos, en 1991 comienza la debacle de su imagen pública cuando fue acusado de robo de documentos seguido de estafa.
Esta oscura situación le provocó a Bernardo Pantoja que la justicia lo apresara antes de que se celebre el juicio condenatorio. Años más tarde, nuevamente la fiscalía ordenó su detención tras ser señalado como el presunto autor de un delito de integridad física contra una menor de 14 años en plana vía pública. En este episodio, el conflictivo de los Pantoja señaló que se trató de "un montaje para sacar dinero", pero los letrados que llevaron adelante la causa habían pedido una condena ejemplar de dos años, cuatro meses y un día tras las rejas.
Otro episodio que quedó registrado en el imaginario colectivo de los aficionados a la tonadillera fue cuando interceptaron a Bernardo Pantoja en las inmediaciones del pub 'Manhattan'. Allí, una sujeto sin previo aviso le propició varias puñaladas que atravesaron su abdomen y tórax donde tuvieron que intervenirlo quirúrgicamente. Tras su descanso eterno, los conflictos perduran puesto a que su esposa Junco deberá hacerle frente a las adversidades de su familia política y pelear para ganarse el lugar correspondiente como legítima viuda y heredera de una fortuna familiar.