Tras diez años de haber mantenido un vínculo sentimental, Ana María Aldón preparó sus maletas y abandonó el hogar conyugal que constituyó con José Ortega Cano. Como trascendió en estos días, tanto la diseñadora como el torero firmaron el divorcio que ha puesto el punto final definitivo a su idilio, dejando en claro que no hay vuelta atrás. Sin embargo, la exesposa del diestro se ganó dos impensadas rivales debido a la presión mediática a la cual estuvieron en este último tiempo.
Según lo anunciado en el portal 20minutos, Ana María Aldón se puso en contra a las hermanas de José Ortega Cano por las exigencias que habría tenido de fémina en lo que respecta la manutención de José María. Es así que dejaron entrever que la única culpable de la mala imagen pública de su expareja en el último tiempo, por lo que comenzaron a señalarla con total impunidad.
Si bien Ana María Aldón aseguró que "todo está cerrado", las co-herederas de Ortega Cano aseveraron que toda la presión de los especialistas se terminará cuando ambos rehagan su vida por caminos separados. Mientras tanto, el círculo cercano ruega que la madre de su hijo menor no pronuncie el nombre de quien fuera su enamorado puesto a que ya no tiene más que decir ni opinar.
Por su parte, José Ortega Cano ha intentado voltear la página y dejar atrás este capítulo en su vida. Por esta razón, el torero redujo su perfil en búsqueda de no rendirle explicaciones a nadie preservando su privacidad. Por otro lado, Ana María Aldón, deberá reorganizar su presente para dar el paso definitivo en el que el exmarido de Rocío Jurado ya no es un personaje importante para su vida.