Este 2022 para Olga Moreno fue sumamente memorable puesto a que, luego de su ruptura sentimental con Antonio David Flores y los coletazos mediáticos y judiciales con el caso Rocío Carrasco, la reconocida diseñadora halló el romance al lado de su manager Agustín Etienne. Asimismo, aficionada a la moda y a la estética, la madrastra de Rocío Flores tomó un repentino cambio que la renovará por completo.
Tras su paso por ´Supervivientes´, Olga Moreno atravesó por las situaciones más difíciles y condiciones extremas que la hicieron perder peso de manera significativa. Sin embargo, al parecer, la ex participante agarró el gustito por el nuevo cambio en su físico y comenzó un camino sin fin de recambios. En esta línea, antes de llegar a España pasó por el quirófano donde, al igual que la nieta de Rocío Jurado, se realizó una lipoescultura para quitar esos kilitos de más que la atormentaban.
También, su rostro fue el protagonista de esta mejorada versión de Olga Moreno. Es decir, la socialité recurrió al botox para eliminar las líneas de expresión propias de la edad, pero a las que ella aborrecía por completo. Es así que las agujas fueron la solución temporal para erradicar las arrugas en la zona del ojo, entrecejo y frente y así lucir una mirada más juvenil.
Pero si algo le faltaba a Olga Moreno para llegar a la plenitud era rellenar su fáuce. Tal y como contó en sus redes sociales, el ácido hialurónico fue el producto de excelencia que escogió para aumentar el volumen de los mismos. Orgullosa de sus cambios, la oriunda de Sevilla se regocija de los ´retoquitos´ y no duda en contarle a sus miles de seguidores que no son para nada invasivos y que están científicamente comprobados que funcionan. Estos cambios se suman al blanqueamiento dental y a la micropigmentación en algunas partes de su rostro en que incluyó a sus párpados. Según Olga, todo gira en torno a un objetivo: "Me he hecho un arreglo para estar guapa en Navidad".