Luego de un año lleno de complicaciones de salud, finalmente la Familia Real de Mónaco ha podido disfrutar de la presencia de Charlène en las fiestas de fin de año, lo cual ha convertido la Navidad en un suceso de lo más especial. Al mismo tiempo, hemos sido testigos de una Princesa de Mónaco inmejorable en lo personal.
Sin embargo, la alegría se vio sacudida esta semana cuando Alberto y Charlène se vieron obligados a decir adiós a una persona de lo más especial para ellos. Se trata del Monseñor Bernard Barsi, el arzobispo emérito del Principado, que partía este 28 de diciembre a la edad de 80 años, tras un ataque al corazón.
Además de su cargo, fue teólogo y filósofo, muy querido por sus allegados, a quienes marcó durante su paso por el mundo. El propio Alberto de Mónaco compartió a través de un comunicado sus condolencias y su último adiós a quien ofició el día en que, junto a Charlène, ambos se dieran el ‘sí quiero’ ante él, en 2011.
Tal era la importancia del arzobispo en el pequeño país, que el 10 de mayo de 2015 se ocupó del bautizo de los príncipes Jacques y Gabriella, hijos mellizos de Alberto II y Charléne de Mónaco.