Hoy es un día muy difícil para Isabel Pantoja porque los peores recuerdos de su vida se hicieron presentes cuando volvió a ingresar a los juzgados de Málaga. Allí fue donde la condenaron a dos años de prisión y la etapa más oscura de su vida comenzó. Esta vez, debe enfrentarse a una demanda por insolvencia punible donde la Fiscalía pidió hasta tres años de prisión, el pago de una multa y de una indemnización. Según las imágenes, la artista no pudo contener las lágrimas.
Es la primera vez que Isabel Pantoja sale de Cantora en mucho tiempo. La última vez que se la vio en público fue en sus conciertos en Jerez y esta vez está muy diferente. Cabizbaja y tras una mascarilla, no fue difícil notar que la tonadillera está muy angustiada por la situación. A pesar de haber hecho todo lo posible para evitar ese juicio, se vio obligada a sentarse a declarar, una vez más. Los reporteros presentes allí captaron cómo rompió a llorar.
Esta vez en el banquillo, Isabel Pantoja se encuentra en un momento personal muy complicado. Hace apenas unos meses falleció su madre, no tiene comunicación con su hijo Kiko Rivera y, según su hija Isa, está en pleno tratamiento para curar una depresión. Desde que comenzó el juicio, los reporteros no pararon de tomarle fotografías desde una distancia muy corta. Eso, sumado a todo lo que está atravesando, provocó que no pueda aguantar las lágrimas e incluso el juez tuvo que calmarla.
El delito que se le acusa a Isabel Pantoja es insolvencia punible. Según la Fiscalía, la tonadillera realizó una operación inmobiliaria irregular mientras se encontraba en la cárcel por el Caso Malaya. Agustín Pantoja estuvo a su lado, ya que él también debía declarar después de ella. La cantante intentó cubrirse para que no puedan tomar el momento en el que rompe a llorar, pero no lo consiguió. Se la notaba nerviosa, negaba con la cabeza y tenía los ojos vidriosos.