Una fuerte crisis en el matrimonio entre José Ortega Cano y Ana María Aldón está creciendo y resultando cada vez más angustiante para los protagonistas. Es que el vivo recuerdo de Rocío Jurado, las eternas peleas mediáticas con su heredera universal y el desgaste propio de la vida matrimonial han generado un estado de cosas del que Ana María Aldón no dudó en hablar.
Y hay un antecedente televisado que demuestra dónde empezó todo. Ocurrió cuando José Ortega Cano se refirió a Rocío Jurado como la "mujer de su vida", algo que incomodó sobremanera a Ana María Aldón, quien siempre intentó escaparle al lugar de "sombra" de la difunta artista. Dicha decisión se puede ver en sus actos, dado que jamás participó de ningún homenaje hacia ella.
“Yo cada vez mido menos lo que tengo que decir y digo lo que quiero. Las consecuencias serán las que sean. Yo tengo que ser yo y opinar en mi propio nombre y derecho”, comenzó Ana María Aldón, consciente de que cada declaración que haga traerá su cola mediática. Fue ahí cuando la diseñadora reconoció que aquellos dichos de su esposo, en los que elogiaba sobremanera a La Jurado, fueron el comienzo del deterioro matrimonial.
"Ese fue un punto en el que te planteas muchas cosas. Estamos venerando a una persona que no está. Y a los que tenemos al lado, ¿no les decimos nada?. Yo no soy Rocío Jurado pero soy una persona. Quiero sentir que hago dichoso a mi marido y que es feliz conmigo. A partir de ahí hemos seguido viviendo y hemos tirado para delante. El tema de la docuserie ha hecho mella”, expresó una Ana María Aldón ya harta de Rocío Jurado y de José Ortega Cano.