Hace unos días la reina Letizia presenció un acto público en Valencia en donde lució un atuendo rosa. Rápidamente la prensa y las redes sociales hicieron eco del mismo, ya que el estilo ‘cut out’, denominado ‘el vestido de los abdominales’, causó sorpresa al romper con el protocolo real. Debido a las habladurías, la esposa del rey Felipe VI acudió ayer a la comarca de Las Hurdes con un look que respetó la ocasión.
En su gira por tierras extremeñas, la pareja real intenta recrear aquella visita de Alfonso XIII, bisabuelo de Felipe VI, con la intención de acercarse al poblado y mantener reuniones con los principales responsables de cada ayuntamiento. En tanto, la mirada de la presa se posó sobre el atuendo elegido por Letizia, el cual fue cuidadosamente seleccionado con un guiño a la región y con un estilo que revaloriza el reciclado.
En un día primaveral, la reina consorte quedó enamorada de dos pequeñas que recibieron a la pareja real al momento de aterrizar en la localidad de Pinofranqueado (Cáceres). Sus Majestades fueron escoltadas por un par de niñas con el atuendo típico de la región. Esta acción les valió la aprobación de Letizia, que se mostró orgullosa de la bienvenida. Además los monarcas se acercaron a los ciudadanos, a quienes saludaron de cerca y se tomaron fotos.
En tanto, Letizia utilizó una blusa lady en tono botella, tomado como un gesto ante el color de la bandera de Extremadura, la cual solo cuenta con 10 años de antigüedad. Al mismo tiempo vistió una falda con flores estampadas. La misma es reciclada de su último viaje a República Dominicana. Además, la reina impuso tendencia al lucir alpargatas, destacando el inicio de temporada cálida. De esta manera, sin llevar un bolso consigo, la esposa de Felipe VI logró cautivar y evitó generar escándalos no deseados.