Como ya hemos podido apreciar en diversas ocasiones, a pesar de que Mila Ximénez ya no se encuentra en este mundo, su palabra y sus opiniones siguen tan vigentes como siempre. Por eso, en esta nota, surcamos nuevamente entre el archivo para encontrar un material del que pocas personas tienen conocimiento: la carta que le escribió a Rocío Carrasco.
"Hola Rocío. Te conocí cuando eras muy pequeña. Eras un bebé que tenías encandilados a tus padres" comienza diciendo Mila. Luego, se centra en la importancia que tenía la niña en esa casa. "Recuerdo reuniones de Pedro, tu padre, con el padre de Alba, y cómo le brillaban esos ojos claros hablando de su niña. Babeaba. Y qué decir de tu madre. Siempre tenía miedo de que te rompieras con algún golpe de esos que te da la vida", rememora
Tras eso, la presentadora relata los largos días en los que sufría "ausencias por el trabajo de su madre" y aunque reconoce que "quedaba al cuidado de un padre vigilante y de un entorno que facilitaba las cosas", entiende perfectamente que Rocío haya tenido ciertos "momentos de rebeldía. surgidos por los gritos de queja de cualquier adolescente". Es en este punto, en el que Mila comienza a revelar el motivo que la llevó a escribir esta carta: Rocío Flores.
"Pero tuviste a tu madre pendiente, dándote abrazos cuando te revolvías. Y, desde luego, aceptando cualquier situación en la que la ponías, aunque no estuviera de acuerdo y le produjera preocupación" afirma, trazando, solapadamente, un paralelismo con lo sucedido entre ella y su hija.
Es por eso que, en vistas de lo que en ese momento iba a ser la entrada de Rocío Flores a "Supervivientes", la invita a reflexionar y a plantearse la posibilidad de empezar de cero con ella, porque está segura de que, a pesar de todo, tiene "el corazón hecho añicos" por la situación. "Solo te pediría un recuerdo limpio de reproches y que vuelvas a tu infancia y a cómo arañabas la distancia con tu madre. El día que la perdiste, tu imagen congeló al país. Tu llanto nos hizo llorar a mucha gente que queríamos a Rocío, y todos nos sentimos huérfanos contigo. Aquello fue una pérdida irremediable. ¿Te compensa estar llorando la ausencia de una persona de la que puedes disfrutar aún y que, me consta, te sigue esperando?", concluye Mila, cerrando el escrito de una manera muy dura.
Todo aquél que haya conocido a Mila Ximénez de alguna forma, sabe que lo más importante que tenía, aquello que más amaba en el mundo, era su hija, Alba. Es por eso que nunca supo entender, ni perdonar, la actitud de Rocío Carrasco para con Rocío Flores. Esta carta no es más que los pensamientos recurrentes que la invadían sobre el tema, lo que quería decirle y que intentaba hacerle llegar por todos los medios posibles.