Argentina, Chile y Perú han recibido a Isabel Pantoja como a una reina. A ella se la ha visto feliz y divertida sobre los escenarios. Sin embargo, ese “mini paraíso” en el que ha vivido unos días ya se ha terminado porque le ha tocado volver al país. Este viernes llegó al aeropuerto de Madrid, donde hizo una escala, y desde allí regresó a Jerez de la Frontera. Por supuesto, estaba acompañada de su hermano, Agustín.
Los reporteros se acercaron a ella para hablarle, pero Isabel no quiso emitir palabra. Solo asentía con la cabeza cuando le preguntaban si la había pasado bien y si estaba contenta. También se giró para saludar con gestos a los fans que la llamaban mientras caminaba por el aeropuerto. La tonadillera tenía una imagen muy diferente a la de los conciertos. Con la mascarilla puesta y los lentes oscuros no podía verse su cara. Para completar la escena, lucía un atuendo gis, cómodo.
Si bien no le hicieron ninguna pregunta personal, Isabel Pantoja no quiso contestar. Sin embargo, sí adelantó el paso cuando le preguntaron si vería a sus hijos. Finalmente, cuando se subió a su coche, la tonadillera dijo algunas palabras. Negó que los mensajes que enviara sobre el escenario hayan ido direccionados a sus hijos: “A nadie, mentira”. Cuando le preguntaron si asistiría al Rocío, ella enseñó la medalla religiosa que tenía en un collar.
Por otro lado, cuando le preguntaron si sabía del positivo del test del virus pandémico de Kiko Rivera, Isabel Pantoja movió la cabeza para negar. El aeropuerto de Jerez se revolucionó con la presencia de la tonadillera y su hermano. Los fanáticos la vitoreaban, le tomaban fotos y le pedían por futuros conciertos en el país, algo a lo que no se refirió la artista cuando fue consultada por los reporteros. Sin dudas esta gira ha sido una buena dosis de ánimo, pero ahora ha vuelto a la realidad.