Cuando Olga Moreno convivía con Antonio David Flores, repetía hasta el cansancio que no estaba interesada en una faceta mediática, sino que pensaba centrar su esfuerzos en su tienda de ropa. Aunque parecía un discurso comprensible, su accionar durante los últimos meses ha dejado claro que esa resistencia hacia los medios y hacia sus amigos no era buscada de forma adrede, sino que había sido impuesta (o bien evidencia que ha cambiado de parecer rotundamente).
Desde su separación de Antonio David Flores, Olga Moreno ha cambiado por completo su manera de moverse. No solo concede entrevistas a diferentes medios, en especial revistas, sino que, además, participa activamente en programas de televisión y hasta ha comenzado a desarrollar una faceta de influencer que parecía impensada hace dos meses atrás. Ya no teme estar frente a cámara y no deja que nadie condicione su discurso, como lo ha evidenciado al enfrentarse incluso con Rocío Flores.
Esta nueva manera de comportarse no solo se limita al plano mediático, sino que se extiende a lo personal. Atrás quedaron los tiempos en los que solo se la veía con la familia, como una esposa o como una madre. Ahora, Olga Moreno vive un verano por todo lo alto, rodeada de amigos y amigas, viviendo experiencias únicas y, sobre todo, sonriendo.
Olga Moreno ha decidido vivir una nueva vida, lejos de las pretensiones y los mandatos ajenos y cerca de lo que busca para su existencia. Ha dado el paso definitivo y se ha enfrentado a los enfados de los otros, en pos de lograr lo que quería. Sin dudas, se trata de un cambio muy significativo que vale la pena destacar.