La emisión del segundo documental de Rocío Carrasco, 'En el nombre de Rocío', no solo ha servido para descubrir algunos de los secretos que rodeaban a la cantante, sino que, además, ha sacado a la luz situaciones poco conocidas e inesperadas. Una de ellas fue la traición de Paloma García-Pelayo hacia su propia amiga.
Ha sido la propia Paloma García-Pelayo la que contó cómo fueron los hechos que llevaron a que traicionara a Rocío Carrasco. En primera persona, confesó que fue ella quien se encargó de que Antonio David Flores volviera a formar parte de la familia y se pusiera en contacto con Amador Mohedano.
Según contó, un día Antonio David Flores le preguntó si sabía algo sobre el estado de salud de Rocío Jurado, argumentando que no tenía trato con ningún integrante de la familia. Ante esta situación, Paloma García-Pelayo decidió facilitarle el contacto de Amador Mohedano. "Él me preguntó que qué se sabía y tal. Y yo le dije: '¿Pero tú no hablas con ellos?'. Claro, al fin y al cabo, esos niños son nietos de Rocío. Este hombre ha formado parte de la familia aunque fuera un corto periodo de tiempo aunque terminaran fatal. Yo, con buena voluntad, le dije: '¿Quieres que te facilite el teléfono de alguien?' y me respondió: 'Ah, bueno, pues si no tienes inconveniente´, así que intercambié el teléfono de Amador, pensando que no estaría mal que mostrase preocupación por su exsuegra", comentó.
Este momento, que quizás pueda sonar como algo prescindible, toma mayor relevancia si se analiza el contexto. Hasta ese entonces Amador Mohedano se encontraba de lado de Rocío Carrasco y formaba parte del grupo de personas contra Antonio David Flores. Sin embargo, poco a poco comenzó a cambiar de parecer, hasta transformarse en uno de sus máximos aliados. Si bien no se puede culpar a Paloma García-Pelayo directamente, quizás si no hubiese sucedido lo que contó, la historia hubiese sido diferente.