Hace unos días te adelantamos desde Ibero Show acerca de la herencia que Gloria Mohedano le había ocultado a Rocío Carrasco por parte de su padre, Pedro. En el último capítulo de la docuserie ‘En el nombre de Rocío’, la hija de la tonadillera entró en detalles acerca de la verdad que su tía y Amador le han ocultado estos años.
“Yo me entero con posterioridad que ese pozo lo ha comprado mi padre, que le ha costado seis o siete millones de pesetas, y que está dentro de una finca aledaña para dotar de agua Los Naranjos. El propietario de esa finca iba a vender la finca y como ese señor es el que le vende la tierra para hacer el pozo, se siente en la obligación de decirle a mi tío Manolín que lo suyo es que si se compra la finca, se compra el pozo”, inició Carrasco, con cólera al contar el relato de la estafa de su tía Gloria.
“Entonces me llama mi tío Manolín y me dice que si nadie me había dicho que ese pozo existía y era de mi padre. A mí nadie me había dicho nada. Y me cuenta que Gloria tenía una copia del contrato”, confesó Carrasco. “Inclusive muert* mi padre, nadie es capaz de decirme que tenía un pozo que daba agua a la finca de Los Naranjos. Gloria, aún viva mi madre, lo usa para poner en el campo uva de mesa. Y mi tío Manolín, de forma gratuita, le llevase el cultivo y le descargara la uva y venderla. Esa es Gloria Mohedano”, añadió Rociíto, atónita.
Antes de cerrar con el capítulo llamado ‘El pozo’, Rocío Carrasco complementó: “Hubiera sido tan sencillo como haberme dicho: 'El pozo ese, aunque le da riesgo a la finca, era de tu padre. ¿Qué quieres hacer? Y yo lo hubiese aceptado. No hubiera visto una mala voluntad o mala fe. Mi padre conocía a cada uno de ellos. Bueno, no es que los conociera, es que los sufrí*. Y entonces dijo que por sus narices que el pozo era suyo y se lo quedaba después de la separación”. En tanto, Rociíto remató: “Si no hubiera visto mala intención, se los hubiera cedido”.