A esta altura, es algo sabido que la vida de Olga Moreno ha cambiado significativamente. En menos de un año, la empresaria ha visto como aquello que creía seguro desaparecía y la obligaba a comenzar de nuevo, deparándole momentos muy difíciles. Por fortuna para ella, ha llegado el día en el que ha dado el último paso que le faltaba para poder considerar que ha logrado salir adelante.
A lo largo de todo este tiempo, Olga Moreno se ha tenido que demostrar a sí misma que no se encontraba sola y que estaba preparada para distanciarse de su vida anterior. Por eso marcó sus límites, se rodeó de las personas que la querían y hasta se animó a contar su verdad, sin importarle la opinión de los demás, y defendiéndola públicamente, aún a costas de enojos ajenos.
Por eso, la última imagen subida con su hermana, Rosa, cobra un significado mayúsculo. Fue su familia la que la cobijó en los primeros días tras la separación y acompañó su tristeza; y es esa misma familia la que hoy contempla su sonrisa y una vida completamente renovada, con un presente y un futuro que ya no sufre por el pasado.
Olga Moreno ha rehecho su vida completamente. A pesar del dolor por la separación y del mal trago que pasó, ha tenido a su lado a decenas de personas que nunca la dejaron sola y que hicieron todo lo posible para verla bien. Sin dudas, se trata de un cambio significativo, que ha llevado su tiempo, pero que hoy da sus frutos.