Hace meses que Rocío Flores no ingresa a la sala de un hospital para realizarse una cirugía. La última vez que lo hizo, fue a finales de la primavera, en donde accedió a una lipoescultura para definir su silueta. Lo cierto es que la colaboradora se ha sometido recientemente a una nueva intervención en su rostro. Al parecer muy distinta a las anteriores. A continuación te develamos de qué se trató.
Flores padeció el juicio de sus seguidores al notificar de su lipoescultura. Por ese entonces, los mensajes y comentarios devastadores para la colaboradora llovían en su cuenta de Instagram y la hija de Antonio David padecía el repudio de un sector de la sociedad. Hoy en día, con más seguridad en sí misma, decidió someterse a una nueva cirugía.
La colaboradora optó por darle volumen a sus labios con ácido hialurónico y también borró las arrugas de la frente con bótox. Además, insertó en su rostro vitaminas y ácidos con la tecnología Dermapen, que agrega vitalidad en toda su cara. Según afirmó la revista Semana, Flores eligió inyectarse una toxina botulínica en la zona del ceño, la frente y en las patas de gallo, para paralizar el músculo.
Rocío Flores siempre ha dado que hablar con sus nuevas intervenciones quirúrgicas, algo de lo que es común en un sector de los famosos que están acostumbrados a este tipo de cirugías. De esta manera, la colaboradora presentará un nuevo rostro en sus próximas apariciones. ¿Este será su último retoque del año o vendrán muchos más?