Cuando hablamos de leyendas de la música en habla hispana, Julio Iglesias es uno de los íconos que primero se nos viene a la mente. Con una exitosa carrera de muchos años, el cantante ha cosechado, durante toda su vida, más de 250 millones de dólares en discos vendidos, y eso sin contar todas sus giras y demás productos.
Sin embargo, hay un aspecto poco conocido de su vida. Si bien el padre de Enrique Iglesias posee fama de galán nato, durante su vida solo se le conocieron dos romances dignos de mención, los cuales finalizaron en matrimonio: Isabel Preysler y luego Miranda Rynsburger, su actual pareja desde hace más de 3 décadas.
Sin embargo, eso no ha evitado que se corrieran los rumores sobre Julio y sus affaires con otras damas, como es el caso más conocido: su vínculo secreto con la expareja de otro ícono de la música mundial: Elvis Presley. Se dice que el artista conoció a Priscilla Presley durante uno de los Festivales de Viña del Mar, en Chile.
Mientras él se presentaba en el escenario, era ella quien había viajado a cubrir el reconocido evento mientras presentaba a través de la cadena ABC. El flechazo fue instantáneo y, tiempo después, Julio Iglesias viajó a New York. Priscila ubicó el hotel en el que se hospedaba y lo sorprendió en su habitación: fueron a cenar en Nino’s, un clásico de la ciudad y luego fueron a la discoteca Xennon para luego pasar la noche juntos en la habitación del artista español.
El lazo sentimental se prolongó por algunos años, hasta que fueron sorprendidos por los paparazzis en 1981. Ambos se defendieron en aquel momento diciendo que eran solamente amigos. “Priscila es una gran amiga a la que quiero y respeto”, dijo Julio Iglesias.