El tema económico siempre ha sido uno de los que más problemas le han traído a la familia de Rocío Carrasco. Durante la vida de Rocío Jurado, ha sido incontable el número de enfrentamientos y disputas con respecto a eso entre los integrantes más cercanos a ella, sobre todo en lo que respecta a herencias y regalías. Como se puede suponer, la última gala que dio la cantante antes de su deceso no fue la excepción.
Según cuenta Rocío Carrasco, tras anunciarse la enfermedad que vivía su madre, tuvieron que buscar algún proyecto que les permitiera recaudar dinero suficiente como para afrontar el tratamiento en Houston. Así se llegó a organizar una gala con TVE que aportó 500.000 euros para la realización de la misma.
El destino de ese dinero generó todo tipo de discusiones y especulaciones. No faltaron quienes afirmaron que Rocío Carrasco y Fidel Albiac se habían llevado 900.000 euros como caché, algo que fue desmentido en el último episodio de 'En el nombre de Rocío', espacio que también sirvió para emitir una nueva acusación contra Amador Mohedano y Rosa Benito.
Rocío Carrasco especificó que Amador Mohedano se llevó 50 mil euros "por no hacer [ninguna cosa]", ya que cobraba un 20% del caché de su hermana, que ascendía a 250.000 euros. De Rosa Benito y Rosario Mohedano no dio a conocer cifras, aunque afirmó que fueron de las pocas personas que recibieron una paga por su trabajo. Mientras, en lo que respecta a ella y a Fidel, dejó en claro que le correspondían 30 mil euros, pero que decidieron aportarlos directamente al tratamiento, por lo que no se llevaron monto alguno.
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Las palabras de Rocío Carrasco han sido claras y han buscado —nuevamente— desmontar el discurso de Amador Mohedano y Rosa Benito. No solo ha afirmado que ellos cobraron por su participación en la última gala de su madre, sino que también ha dado a entender que no tuvieron la empatía necesaria para desprenderse de ese dinero y aportarlo al tratamiento que Rocío Jurado debía afrontar para salvar su vida.