Por primera vez en 70 años, la Casa Real británica experimentó uno de los hechos más lamentables e impactantes. Si bien han tenido sus varapalos con el deceso de Lady Di o el del propio rey Felipe. La imagen de la reina Isabel II de Inglaterra, sin dudas, marcó un antes y un después en sus familiares, quienes arribaron al castillo de Balmoral ayer 8 de septiembre con sus rostros caídos y en shock.
Reino Unido y el mundo amaneció con la advertencia del Palacio de Buckingham, en donde detalló: “Después de una completa evaluación esta mañana, los médicos de la Reina están preocupados por la salud de Su Majestad y la han recomendado que permanezca bajo supervisión médica. La Reina está tranquila en Balmoral”. Con ese escueto mensaje llamó la atención de sus familiares, quienes rápidamente se dirigieron a Escocia para darle su respectiva despedida a Isabel II.
El primero en llegar a Balmoral fue Carlos III, ahora nuevo rey de Inglaterra. Además asistió con su esposa Camila Parker y su hermana Alejandra, quien se encontraba en el país gaélico por cuestiones laborales. Ambos acompañaron a Isabel II hasta su final. En tanto, Guillermo, nieto y actual segundo en la sucesión al trono, arribó junto al príncipe Andrés, Eduardo y Sofía de Wessex. En cuanto a Kate Middleton, la duquesa de Cambridge se quedó con sus hijos en Londres.
Una angustiante despedida fue la del príncipe Harry, quien llegó una hora tarde luego del deceso de su abuela Isabel II. Meghan Markle, esposa del hermano de Guillermo, también decidió quedarse en Londres junto a sus hijos. Con rostros acongojados, llenos de lamentos y en medio de apuros, los familiares cercanos de la difunta reina acudieron en cuanto la situación de salud de la soberana inglesa empeoró.
La última vez que se logró ver con vida a Isabel II fue tan solo el 6 de septiembre, luego de encargarle la formación de gobierno a la nueva Primera Ministra del Reino Unido, Liz Truss. A pesar del buen rollo de la reina y su rostro de felicidad, su semblante ya era el de una persona de más de 90 años, que había atravesado importantes crisis de salud hasta llegar al deceso. Lilibeth, abandonó este mundo rodeada de sus seres queridos y en el sitio que más amó, Balmoral.