La pareja de Rocío Carrasco y Fidel Albiac se maneja en el más absoluto de los secretos. Lo único que se sabe sobre su vida diaria es lo que ellos eligen contar y casi no hay registros de malos momentos, discusiones o situaciones que pudieran alejarlos de la imagen idealizada que se profesa en los medios afines a ellos.
Sin embargo, ese templo que pretenden instaurar alrededor de su cotidianeidad, no es perfecto, sobre todo cuando se ahonda en un pasado igual de mediático pero no tan cuidado. Así, se puede dar con uno de los episodios que tanto Rocío Carrasco como Fidel Albiac intentan olvidar: la ocasión en la que el abogado fue denunciado por malos tratos contra su esposa.
Sucedió en octubre del año 2000 y fue propiciada por Irma Gómez, una empleada doméstica de la familia. La denuncia constó de dos partes: por un lado, una pregona pública a través de una entrevista con la revista QMD y, por el otro, una instrucción legal que recayó en el juzgado número 6 de Alcobendas. Rocío Carrasco fue citada a declarar el 14 de noviembre y negó todo.
Ante la desmentida de Rocío Carrasco, y algunos hechos posteriores, la denuncia no fue tomada en cuenta y el proceso no siguió su curso. La de Chipiona culpó a Antonio David y aseguró que le había pagado a la empleada para que mintiera. Irma, en tanto, siempre sostuvo su versión y aunque en un primer momento se vio obligada a guardar silencio por el recurso de amparo presentado por Fidel Albiac, no dudó en dar más detalles en cuanto se le presentó la oportunidad.