Los números de enero estuvieron en rojo para Telecinco: nunca pudo liderar la grilla y eso desató una serie de manotazos de ahogados del cual aún no hallan el camino hacia el éxito. Sin embargo, el canal tiene un as bajo la manga: Ana Rosa Quintana. La periodista es la única que pudo medianamente captar la atención de la audiencia, que lentamente emigra a Antena 3. El revés televisivo que intenta dar la producción de la comunicadora responde a un antiguo conflicto entre las partes.
El despido de Ana Rosa Quintana de Antena 3 fue resignificado por Telecinco, el cual le brindó un espacio por las mañanas. De esta manera, este formato es el único de las seis franjas horarias que logra liderar, al menos por unas horas, la grilla de programación. No obstante, de las 31 posibilidades que tuvo el pasado mes para al menos tener una alegría ejecutiva, nunca ha podido alcanzar a vencer a la competencia.
Por esta razón, Ana Rosa Quintana es la única esperanza de Mediaset por recomponer los que un día llegaron a ser. Asimismo, las directivas de los representantes de la emisora decidieron ponerle fin a la gestión de Leonardo Baltanás para darle el dominio absoluto de Jaime Guerra, cuyo objetivo es darle conclusión a la crisis que afrontan desde hace años.
Telecinco es consciente del talento innato de Ana Rosa Quintana, quien, a dondequiera que vaya, lleva a sus espaldas a sus fieles televidentes. Esto presentaría una ecuación perfecta a la que, sin dudas, apostarían para reconstruir las bases con la oferta de un millonario contrato. Por su parte, la comunicadora se regocija de las primicias que brinda su espacio televisivo, de las cuales, por ejemplo, consiguió desvelar los pormenores del divorcio de Ana María Aldón y José Ortega Cano.