Con tan solo 22 años, Pablo Urdangarin se ha convertido en todo un personaje mediático. No obstante, su reconocimiento está lejos de deberse al deporte -aunque también es considerado como una promesa del balonmano- sino debido al papel que tomó durante la complicada y polémica separación de sus padres, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin.
Pablo Urdangarin fue el encargado de dar la cara a la prensa y explicar breve y puntualmente las decisiones que sus padres habían tomado. A pesar de que el conflicto familiar ya pasó a segundo plano, los titulares se han visto repletos de los supuestos planes de boda de Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia.
Y es que Iñaki Urdangarin estaría esperando con ansias firmar los papeles de divorcio para comenzar formalmente su nueva vida junto a la abogada. Ante la posible boda, pocos se han pronunciado, sin embargo, en su última aparición pública, Pablo Urdangarin develó que su único deseo es que sus padres sean felices divorciados o casándose con la persona que deseen. En pocas palabras, el deportista ha dado el visto bueno a la posible unión del ex duque de Palma y Ainhoa Armentia.
Pablo Urdangarin pone tierra de por medio con sus padres
Ha transcurrido tan solo un año desde el importante papel que desempeñó Pablo Urdangarin dentro de su familia. Luego de haberse convertido en el portavoz de la casa real, el joven deportista decidió que era hora de desligarse de su apellido y comenzar a forjar su propia carrera y construir su vida lejos de la polémica que lo rodea, por lo que ha decidido alquilar un piso cerca de donde entrena junto al Barça.