El 3 del marzo del 2022, María Teresa Campos concedía una exclusiva a Anne Igartiburu en la que hablaba de su angustioso presente lejos de la televisión. Paradójicamente, aquella entrevista en la que suplicaba por un lugar en los medios, terminaría siendo la última vez en la que se la podría ver delante de una cámara, más allá de una aparición esporádica en la docuserie de Rocío Carrasco.
Ha pasado más de un año desde que las luces de aquel plató se apagaron y dejaron en penumbras a María Teresa Campos. Un periodo de tiempo en el que su vida ha cambiado significativamente, sobre todo, gracias a la insistencia de sus hijas, quienes han hecho hasta lo imposible para que se alejara definitivamente de los medios, más allá de sus propias decisiones.
La nueva vida de María Teresa Campos
El presente de María Teresa Campos se encuentra muy lejos de aquel retiro idílico con el que tanto insistía Terelu Campos. La periodista está recluida en su casa y totalmente desanimada, incluso sin fuerzas para ingerir alimentos a diario. Su círculo social se ha reducido a la mínima expresión, ha dejado de ver a sus amigos mediáticos y hasta ha cancelado la reunión semanal con sus colegas de toda la vida. Un cuadro que se agrava por unos problemas de salud que aparecen cada vez más a menudo.
La versión oficial, representada exclusivamente en la palabra de Terelu y Carmen Borrego, dice que la situación que vive María Teresa Campos es propia de su edad. Sin embargo, basta con oír por un segundo a la periodista, para saber que es una persona de los medios de comunicación, cuya razón de ser ha estado siempre ligada a ellos y que ahora ve como ese vínculo se termina de manera abrupta por los mandatos de quienes manejan su vida actualmente.