Quedan exactamente seis semanas para que se dé lo que promete ser la boda del año entre Íñigo Onieva y Tamara Falcó. El día marcado es el próximo 08 de julio, y aún se siguen ultimando detalles para que la boda de La Marquesa de Griñón y el empresario tengan su día soñado. Los empresarios darán el ‘sí, quiero’ delante a su familia y amigos cercanos, además de decenas de rostros conocidos para el mundo de la farándula.
Pero no todo se dio como esperaban, y es que, si bien suele haber contratiempos en los preparativos de una boda, en la de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, hubo demasiados. En primera instancia recordemos que el compromiso se había dado en 2022 para luego anunciar su separación por infidelidades de parte del empresario, meses más tarde el espíritu navideño los volvería a unir y con ello continuarían los preparativos.
Tras este pequeño traspié en la boda de Íñigo Onieva y Tamara Falcó le siguieron otros contratiempos; como por ejemplo el incidente que dejó a la hija de Isabel Preysler con muletas durante varios días, o el más reciente que dejó a La Marquesa de Griñón sin vestido de novia, luego de cancelar el contrato que tenía con la firma que iba a realizar el suyo. Cuando la agenda de la empresaria parecía no poder llenarse más de compromisos, sorprendió con esta drástica decisión.
Tamara Falcó ingresa en una clínica
Los rumores surgieron en el plató de ‘Sálvame’ y cada vez resuenan con más fuerza, y es que la hermana de Ana Boyer ingresaría en una clínica antes de su boda para bajar de peso. Según comentaron los tertulianos, Tamara Falcó tendría la idea de ponerse en manos de profesionales para bajar de peso. Aparentemente nadie sabía de esta decisión de La Marquesa de Griñón, solo Isabel Preysler y su hermana, quienes acompañarían todo el proceso.